‘Sálvame’

Hace unos años, hace ya muchos años, una queridísima amiga tenía que presentar un trabajo, un análisis de la sociedad. Me pidió tema y sin dudar le respondí: Belén Esteban. A mi amiga casi le da un sirocco. Pero lo hizo, y por supuesto, triunfó. ‘Sálvame’ era uno de mis programas favoritos. El mío y el de muchas personas que antes se rasgarían las vestiduras que reconocerlo. Era un programa con una conexión especial. Una capacidad única de conectar con millones de personas. Era un programa de gente lista. Y yo, a los listos, los respeto mucho. No es habitual ser listo. Se puede ser culto, inteligente, pero ser listo requiere mucha retranca. Listo fue quién inventó la Coca-cola, o la hamburguesa con queso. Listas son las Kardashian. Lista es, por supuesto Belén Esteban. Lista es Marta Ortega. Quizás es muy culta o muy inteligente y por supuesto muy rica, pero es, sobre todo, lista. Como lista era Lola Flores. Quizás lo más listo que hemos conocido en milenios. Yo soy una snob que no soporta una multitud superior a dos personas, pero me interesa sobremanera saber qué gusta a la inmensa mayoría y por qué. Cada cosa que tiene éxito nos sirve para comprendernos mejor. Ver ‘Sálvame’ no nos hacía ni más listos ni más tontos. Nos entretenía y eso es un arte. No se hagan los exquisitos, ni los intelectuales casposos, un buen chisme está en la base de cualquier historia. Nabokov adoraba los chismes.