Leonora y Max
E l paso de la pintora inglesa Leonora Carrington en el Madrid de los años 40 es escalofriante. Ella inglesa formaba parte de la bohemia parisina de los surrealistas, tenía una relación sentimental con el pintor alemán Max Ernst y militaba en una liga clandestina de intelectuales antifascistas. Carrington llegó huyendo a Madrid.
Max Ernst había sido detenido por los nazis en su casa cerca de Avignon. Una noche, en el Hotel de Roma en la Gran Vía, Leonora se vio rodeada de un grupo de oficiales requetés que la secuestraron, la metieron en un coche y se la llevaron a otro edificio. Allí, la violaron y robaron.
Después, la volvieron a meter en un coche y la abandonaron en el parque del Retiro. Rota, fue ingresada en un psiquiátrico de Santander donde fue administirada con todo tipo de drogas por unas monjas infernales.
Ella, indombale consiguió escapar del fascismo español, de la iglesia nacionalcatólica y de su familia conservadora para huir a México. Max Ernst sobrevivió a los nazis, pero ambos reconstruyeron sus vidas lejos el uno del otro.
Las pinturas de ambos son esenciales para comprender el siglo XX. Se vieron una sola vez antes de morir. Se miraron a los ojos y lo comprendieron todo.