G-7, sólo en imágenes

Las imágenes no mienten. La reunión del G7 de Puglia se puede comprender sólo con fotos. Tanto los compromisos como las palabras son innecesarias. Revisemos el álbum del estado de salud público y privado de líderes de gobiernos, estados y alianzas. El saludo entre el Papa Francisco (sentado) y el presidente estadounidense Joe Biden (de pie): ¿qué es ese frente a frente? ¿Se sostienen el uno al otro? La cobra de Giorgia Meloni a Rishi Sunak. Él hace una mueca de quien acaba de decir algo gracioso, ella se ríe con los ojos en el cielo como si hubiera escuchado algo sorprendente. Incómodos, teatrales, ridículos. El saludo Meloni-Macron dio la vuelta al mundo, esa mirada, la de ella, asesina, dirigida a su némesis. Macron, el elitista que los desprecia a todos, llegó a Italia encogido y Meloni aprovechó para morderle la yugular. Biden vacilante es nuestro último refugio. Los selfies con la multitud de periodistas, el Fiat 500 descapotable con sabor a «Vacaciones en Roma» pero en la playa, la falsa Puglia del pueblo para los ricos, que parece un poco el mundo en miniatura de los antiguos parques de atracciones, sólo que este es para adultos poderosos. Una feria de vanidades.