El teatro de Brecht
Acomienzos de 1949, Bertolt Brecht, con un pasaporte checo, llegó a Berlín Este tras un periplo por todo el globo terráqueo. En su obra expone que el teatro es un entretenimiento cuya finalidad es la toma de conciencia social por parte del espectador y que ello se consigue mostrando la realidad como proceso en movimiento, es decir, mostrando sus contradicciones. Brecht era un alemán errante. El 14 de agosto de 1956 contrajo una inflamación del pulmón y murió de una trombosis coronaria mal curada en Berlín del Este. Él decía: «Sobre todo examinen lo habitual. No acepten sin discusión las costumbres heredadas. Ante los hechos cotidianos, por favor no digan: ‘es natural’. En una época de confusión organizada, de desorden decretado, de arbitrariedad planificada y de humanidad deshumanizada... Nunca digan: ‘es natural’». Porque añadimos nosotros, nada es natural, todo puede ser cambiado, ninguna verdad es inmutable (quizás el amor de una madre y no siempre porque las madres no tienen por qué querernos siempre). Si dejamos que lo habitual se imponga habremos perdido toda capacidad de provocar la realidad y de mejorarla, de cambiar el mundo. Habremos perdido.