Apocalipsis

En el siglo VIII, un monje llamado Beato (que es el masculino de Beatriz) escribió en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana un Comentario al Apocalipsis de San Juan que se copió e iluminó en diversas ocasiones durante la Edad Media. El Apocalipsis es un libro de consuelo, el anuncio de que después del sufrimiento vendrá una vida mejor. Mirar las imágenes de los beatos reconforta por su belleza, pero también pienso que ojalá nuestro apocalipsis fuera tan estético como el que anuncian estos códices medievales. Lo que peor llevo de esta agonía del mundo es la indiferencia. No sólo. La mentira. La bellaca mentira con la que algunos despachan la evidencia científica del calentamiento global. El Mediterráneo siempre ha sido tierra de tormentas. Es cierto. Pero no de esta intensidad, no con esta periodicidad. Las imágenes del Beato de Liébana: Códice de Fernando I y Dña. Sancha, están digitalizadas en la Biblioteca Digital Hispánica. Mírenlas. Son una maravilla en la que podemos ahogar nuestras penas cada vez que sentimos que el mundo se acaba. Hace mil años, en el siglo IX, cuando se iluminó este códice, el mal estaba representado por serpientes, nuestra oscuridad interior, dragones de siete cabezas y el Imperio otomano. Sin embargo, en la Europa del siglo XXI, el horror se encarna en los indiferentes.