Arte hecho añicos
No sé si ustedes también sufren el agobio que yo siento cuando entro a una de esas tiendas llenas de cachivaches de todo tipo e intento desplazarme entre los pasillos con el temor de tocar algo y romperlo. No les digo ya lo que padezco si en lugar de en una tienda me hallo en una galería de arte.
Por eso me solidarizo con la vergüenza que debió de pasar esa «mujer mayor» que tropezó en Art Wynwood, una feria de arte anual que se celebra en Miami (Estados Unidos), con una escultura de porcelana de la serie ‘Balloon-dog’ (perro-globo), que imita un hinchable plástico con forma de perro, típico de las fiestas infantiles.
La obra, del artista norteamericano Jeff Koons, creador de la famosa estatua floral ‘Puppy’ exhibida en la entrada del Museo Guggenheim de Bilbao y quien ostenta el récord de la obra más cara vendida por un artista vivo –90 millones de euros por la escultura ‘Rabbit’–, cayó del atril y se hizo añicos.
Todos los asistentes enmudecieron y todas las miradas se dirigieron a la señora. Me la imagino muerta de bochorno. Y de miedo: un ejemplar como el que rompió, pero fabricado en acero inoxidable, alcanzó los 56 millones de euros en 2013 en una subasta.
Afortunadamente, el que se exhibía en Miami ‘solo’ estaba valorado en unos 40.000 euros. Aunque igual algo se recupera. Como en el arte contemporáneo casi todo vale, ya hay coleccionistas que han mostrado interés en comprar la obra destrozada.
Y no me extrañaría que paguen por ella más de lo que costaba entera.