Patriotismo verde: cómo Vox abraza la ecología
La postura de la formación, respecto al cambio climático, ha experimentado, si no un cambio de rumbo, al menos un cambio de actitud
El partido político Vox es un conocido negacionista del cambio climático. Es por ello que muchos analistas han interpretado su éxito electoral, como una prueba más de que vivimos en la era de la posverdad y en la era en la que las emociones pesan más que los hechos objetivos. No cabe duda de que, durante la mayor parte de su corta historia, Vox ha diseminado información errónea sobre la gravedad de la amenaza del calentamiento global y ha minimizado los riesgos. La razón que dio uno de sus diputados, Francisco José Contreras, para oponerse a la primera Ley de cambio climático en España, condensa la actitud despectiva del partido hacia el asunto. Durante una sesión plenaria, en abril de 2021, Contreras afirmó que quizás el cambio climático no será para tanto, porque «reducirá las muertes causadas por el frío».
No es de extrañar que aquellos con convicciones basadas en la ciencia, se lo tomen con humor, dado el desprecio de Vox por el movimiento medioambiental. No obstante, también se corre el riesgo de desviar nuestra atención de los avances críticos de Vox en su agenda climática. Dichas reacciones, así como otros intentos similares para deslegitimar a Vox, tachándolo de «posverdad», podrían hacer que nos perdamos los matices del complejo compromiso del partido con la climatología.
Cabe señalar que Vox, casi nunca ha rechazado la ciencia climática per se, como el término posverdad podría dar a entender. Con frecuencia, la retórica antimedioambiente de Vox se dirigía a las denominadas «élites medioambientales», a quienes acusa de movilizar el conocimiento científico para evitar la contestación política y legislar contra los intereses del pueblo. También hay que tener en cuenta que la postura de Vox, respecto al cambio climático, ha experimentado, si no un cambio de rumbo, al menos un cambio de actitud. Tomemos como ejemplo el discurso del líder de Vox, Santiago Abascal, durante la moción de censura fallida contra el gobierno español, en octubre de 2020. Tras denunciar la hipocresía de las élites ambientales, que moralizan sobre el cambio climático, pero que acuden a las cumbres internacionales en aviones privados, describió la alternativa de Vox a la política climática destructora de empleos del gobierno. La agenda verde de Vox, a la que Abascal ha llamado contundentemente la verdadera ecología, incluye dos propuestas clave: la creación de una autarquía energética nacional y la reindustrialización del país hacia una economía verde. Predijo que estas políticas costarían nada menos que un milagro económico y ambiental, dando lugar a una España verde, limpia y próspera y en armonía con el medioambiente.
Vox ha redoblado los esfuerzos para consolidar su estrategia ambiental, en colaboración con sus socios del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) en el Parlamento Europeo. Elaborar una alternativa al programa del cambio climático de la Unión Europa (UE), fue uno de los temas principales de la conferencia celebrada en Madrid, a principios de julio de 2021. Abascal expresó enérgicamente la importancia de esta tarea, refiriéndose a ella como uno de los principales desafíos a los que se enfrentará el movimiento conservador europeo en las próximas décadas.