El teletrabajo, asignatura pendiente en la industria química
En los últimos años, el teletrabajo se ha convertido en una práctica cada vez más común en muchos sectores empresariales. La pandemia provocó indudablemente un salto cualitativo, pero esta modalidad llevaba tiempo siendo reivindicada, por sus enormes beneficios sobre la conciliación. Está más que demostrado que, bien aplicado, el teletrabajo no impacte negativamente en la productividad y permite ahorrar pérdidas de tiempo estériles en transporte y algunas rutinas laborales innecesarias. Muchos sectores se han dado cuenta de esto y, en diálogo con los trabajadores, han aplicado el telebrabajo a medida de sus posibilidades.
Sin embargo, en la industria química y del refino en el Camp de Tarragona, la situación es bastante diferente. A pesar de que muchas empresas del sector publicitan que ofrecen a sus empleados la opción de trabajar desde casa, sobre todo en sus sedes centrales de Barcelona y Madrid, la realidad es que el teletrabajo sigue siendo muy limitado en la mayoría de las empresas de la zona. Esto a pesar de que la pandemia demostró que, también en nuestro sector, el teletrabajo es viable para una gran parte de los trabajadores de la industria manteniendo la productividad y los estándares de seguridad.
Hay que recordar que el teletrabajo no sólo beneficia a los propios trabajadores, que gozan de más flexibilidad laboral y capacidad de conciliar la vida personal con la laboral. La reducción del tráfico y la disminución de los desplazamientos diarios de los empleados es un tema de interés general que se alinea perfectamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que tanto mencionan nuestras empresas en sus planes estratégicos.
Sin olvidar que la falta de adopción del teletrabajo impacta negativamente en el ‘employee branding’ del sector, porque disminuye la capacidad de las empresas para atraer y retener talentos. Los trabajadores más jóvenes y altamente capacitados están cada vez más interesados en la flexibilidad laboral y la posibilidad de trabajar desde casa. Las empresas que no ofrecen opciones de trabajo a distancia podrían perder a estos talentos en favor de compañías que sí lo hacen, lo que podría afectar negativamente su capacidad para innovar y competir en el mercado.
Si bien la pandemia ha obligado a muchas empresas a adaptarse a una forma de trabajo más flexible, queda por ver si la cultura empresarial del sector químico de Tarragona seguirá siendo igualmente resistente al cambio. Si las empresas quieren seguir siendo competitivas en un mercado global cada vez más digital, deberían empezar a ofrecer más opciones de trabajo a distancia y no limitarse a presumir de una práctica que en la realidad sigue siendo muy limitada.
Los trabajadores del sector químico de Tarragona reclamamos un paso adelante en este ámbito. Si se toman las medidas adecuadas, el teletrabajo puede ser un gran beneficio tanto para las empresas químicas como para sus empleados y la sociedad en general.