El administrador de fincas, clave en la gestión de comunidades
En la actualidad, vivir en una comunidad de propietarios es lo más frecuente en nuestro país: más del 80% de la población vive en comunidades de propietarios. Y es que compartir edificio con otras personas puede ser una experiencia agradable, pero también puede acarrear complicaciones, y es por ello por lo que la figura del administrador de fincas se convierte en el eje fundamental para el correcto funcionamiento de la comunidad.
Pese a que no siempre se le da la importancia real, se debe tener presente que el administrador de fincas es el profesional encargado de la gestión integral de la comunidad, velando tanto por el correcto mantenimiento de las instalaciones, como por solucionar los posibles conflictos que pueden darse entre vecinos y gestionando los recursos económicos de la propia comunidad. Es una figura que, en muchas ocasiones, pasa desapercibida, pero cuya laboral es esencial para que la convivencia dentro de la comunidad sea armónica.
Entre las funciones principales del administrador, se podría destacar la gestión de propiedad horizontal, ya que es el encargado de convocar las juntas de propietarios y de redactar las actas correspondientes, así como de llevar el libro de actas de la comunidad.
Además, otra de las tareas que desempeña es el control de gastos e ingresos de la comunidad, debiendo elaborar el presupuesto anual y asegurarse de que el mismo se cumpla, gestionando el pago de las cuotas de los propietarios, y convirtiéndose en una figura esencial en la gestión económica de la comunidad, al evitar posibles desajustes.
Asimismo, vela por el mantenimiento de las instalaciones; el correcto funcionamiento de los ascensores, la limpieza de las zonas comunes, el mantenimiento de la piscina, entre otros, garantizando que la comunidad se encuentra en perfecto estado de uso y conservación.
Además, en cuanto a la solución de conflictos, el administrador de fincas es el mediador por excelencia. Es la figura que puede aportar soluciones a los conflictos que puedan surgir entre los vecinos o con terceros. Cuentan, además, con una amplia experiencia y conocimientos sobre la normativa y las leyes que afectan a las comunidades de propietarios, lo que les permite aconsejar y asesorar a los vecinos en materia legal de forma eficiente.
De modo que la figura del administrador es fundamental en las comunidades de propietarios, siendo un profesional que aporta una visión global de la comunidad, tanto a nivel económico como de gestión de las instalaciones, desarrollando una labor esencial para el correcto funcionamiento de la comunidad y para la pacífica convivencia entre los vecinos. Es por ello por lo que su figura debe ser valorada y reconocida por todos los propietarios.
Y dada su importancia dentro de la comunidad, resulta más que necesario resaltar la trascendencia que tiene la necesidad de que su administrador se encuentre colegiado, pues no solamente estará al tanto de todas las reformas normativas y en constante formación, que influirá en la calidad del servicio, sino que, además, al estar colegiado también cuentan con un seguro de responsabilidad civil y de caución, para que usted como propietario no deba preocuparse por nada.