Cambio radical o la agonía europea será lenta
Algunos llevamos años diciendo que o invertimos en innovación o nos pasará un tren llamado China o los BRICS por delante. Los BRICS y los países que se les están asociando, están creando ya hace algún tiempo un sistema financiero alternativo al sistema de pagos SWIFT y, por tanto, al que lidera Estados Unidos con el dólar. Desde el banco BRICS en Brasil, pasando porque Rusia ha creado un nuevo sistema transaccional utilizando tecnología blockchain. Recordemos que, fruto de la guerra de Ucrania, Estados Unidos expulsó a Rusia del sistema SWIFT.
Los productos industriales de alto valor chino ya están aquí, coches, maquinaria, paneles solares, etc. No hablemos de nuestra dependencia de los elementos de la nueva economía como los semiconductores que se encontrarán en prácticamente todos los productos. La innovación tecnológica tiene unos ciclos de vida de años, no se puede improvisar. Las nuevas tecnologías y su sistema político han permitido a algunos países avanzar de manera ágil y ser más competitivos. El tren de la competitividad está pasando y ahora si no valoramos nuestras fortalezas y aceleramos como nunca, estaremos en el vagón de cola.
Esto es lo que básicamente dice el informe crítico de Mario Draghi sobre competitividad europea que se presentó el pasado lunes ante la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. En su exposición, Draghi destacó que Europa está perdiendo terreno frente a potencias como Estados Unidos y China debido a la falta de innovación y adaptación. El discurso de Draghi fue contundente y básicamente dijo que es ahora o nunca, o hay un cambio radical e instantáneo en las políticas de la UE en agilidad, innovación e industria o en sus palabras, la agonía europea será lenta.
Draghi subrayó que Europa debe concentrar sus esfuerzos en áreas clave para revitalizar su competitividad. Señaló que continuar invirtiendo en sectores donde Europa ya ha perdido ventaja, como la producción de paneles solares, no es eficiente. En su lugar, la apuesta debe priorizar sectores emergentes y la industria como las tecnologías limpias, la inteligencia artificial y las telecomunicaciones, donde aún existe un alto potencial de crecimiento.
También destacó la necesidad de realizar inversiones significativas, proponiendo entre 750 y 800 mil millones de euros anuales adicionales. Recordemos que esta cifra es equivalente a todo el plan de recuperación, el conocido como Next Generation europeo para todo el periodo y derivado de la COVID. Aunque reconoció que este esfuerzo es «masivo», Draghi lo comparó con el Plan Marshall de la posguerra, que representaba entre el 1% y 2% del PIB de los países beneficiarios. Actualmente, se necesitaría un incremento del 5% del PIB de la Unión Europea. Estas inversiones, afirma Draghi, son viables siempre que se cuente con el apoyo del sector privado y una mayor coordinación en la financiación de proyectos e iniciativas a todos los niveles. También indica la necesidad de aumentar la escala de las empresas europeas para competir con gigantes globales con fusiones y adquisiciones en sectores estratégicos, como las telecomunicaciones, y que estas se evalúen a nivel de la Unión, no de los Estados individuales. Asimismo, el informe resalta la importancia de la innovación con un entorno que favorezca el desarrollo y el crecimiento de empresas innovadoras y startups dentro del continente además de la urgente necesidad de educar a la próxima generación de trabajadores europeos con habilidades adecuadas para los desafíos del futuro.
Recuerdo los documentos elaborados por la iniciativa civil del País de demà en donde justamente indicaban lo mismo a nivel de Cataluña, incluyendo el 5% del PIB en innovación que es lo que invierte Corea del Sur por ejemplo. De esto ya hace unos 5 años y seguimos sin cambios significativos en los niveles de innovación e industria ni habiéndose ejecutado parte de los fondos del Next Generation. El diagnóstico es claro, se puede decir más alto, pero no más claro, pero a lo mejor si ahora lo dice Draghi tomaremos en serio que es urgente priorizar, incrementar, innovar y educar, o Europa sufrirá una dependencia y decadencia económica prolongada. Las decisiones que se tomen en los próximos meses definirán si Europa puede recuperar su competitividad o si continuará perdiendo peso en la economía global. El momento es ahora.
PD: En la era del humanismo tecnológico, cuidado con los tóxicos, trepas, troyanos y trolls y rodearos SINERGENTES que siempre suman aptitudes, equipo y valores