Tenemos un cielo de lujo

Tenemos un cielo de lujo. Quizá no en Tarragona. Ni en Reus. Pero sí en Prades. Recuerdo cómo empezaba a levantarse hace diez años proyecto del Parc Astronòmic. Era algo muy inicial pero la idea tenía una base sólida: el cielo de Prades es privilegiado. Prueba de ello son las grandes colas que cada verano pueden verse por las Llàgrimes de Sant Llorenç. O los fenómenos con los que ha arrancado el 2025. O la expectación que genera el eclipse total de sol que podrá verse el 12 de agosto del año que viene. Falta todavía un año y medio pero el interés que ha despertado ya es enorme. Ya hay algunas reservas turísticas en marcha y el municipio se prepara por un verano especial.

Porque, seamos o no amantes de la astronomía, tener un valor como el cielo de Prades es más relevante de lo que parece. El Parc Astronòmic ha crecido y ya es un referente. Las imágenes que Aleix Roig, Georgina Serven y su equipo captan desde allí son alucinantes. Y a veces, nosotros, que estamos justo al lado, lo olvidamos. Ahora que estamos hablando de diversificar el turismo y desestacionalizarlo, es importante tener en cuenta el valor del astroturismo. Porque no atrae únicamente a expertos o aficionados. Somos muchos los que nos sentimos atraídos por la inmensidad del cielo. Por el miedo a lo desconocido. Por la luz del espacio. Por la magnitud del infinito.

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