«L’art de comprar passejant»

Primero fueron las calles Llovera y Monterols. En su día hubo muchas dudas, miedos e incertidumbre. Pero con los años se demostró que peatonalizarlas era un buen modelo. Aquel famoso eslogan de los años noventa que vendía la ciudad de Reus como L’art de comprar passejant fue tomando forma y se convirtió en la marca de la ciudad durante años. Y todavía ahora hay quien lo pone como ejemplo. Ahora nadie cuestiona el modelo y el eje Llovera-Monterols es el núcleo comercial por excelencia de la ciudad y uno de los más destacados del país. Con este modelo totalmente consolidado, en los últimos años llegó el momento de expandirlo al arrabal de Santa Anna. También hubo los habituales miedos, dudas e incertidumbre. Y problemas. Porque hacer cambios, al principio, siempre supone afrontar problemas y gestionar contratiempos. Ahora también puede decirse que es algo que ya está consolidado y que dinamiza la actividad de este arrabal. Ha cambiado de aires y, más allá de saber, datos en mano, si las ventas son mayores o menores, lo que está claro es que hay más vida, más movimiento.

Pero el eje se sigue expandiendo y la idea es que la pacificación del tráfico llegue también a la calle Ample y plaza del Víctor. El proyecto avanza, a su ritmo, y la intención es que el eje norte-sur que recorre la ciudad tenga continuidad. Está bien recordar de vez en cuando aquel art de comprar passejant que distinguía la ciudad en los noventa. Creo que como ciudad, hacer bandera de los éxitos es algo que le beneficia. Veremos cómo se traduce y cómo se gestiona una cuestión tan delicada como la movilidad en los próximos años. Y cómo se da soluciones al tráfico. El tiempo dirá.

Temas: