Exposición de motivos

Aver, jueces y juezas, que me tenéis hasta más arriba del moño con vuestras tonterías. Y digo moño y no otra cosa porque los funcionarios del ministerio me han dicho que no está bien visto soltar tacos en las leyes, ni siquiera en la exposición de motivos, pero es que no hay más que ver la toga esa que os ponéis para daros importancia y para ponernos a los demócratas palos en las ruedas.

Ya me diréis, si no, qué demonios hacéis rebajando la condena a tantos violadores cuando nosotras solo queríamos aprobar la ley del ‘solo sí es sí’ sin andar perdiendo el tiempo con tanta enmienda, tanto informe jurídico y tanta tontería. Me reconoceréis al menos que le pusimos un nombrecillo molón, de petarlo en Twitter, que la política es marketing y el resto aburrimiento, aunque esto vosotros, jueces y juezas del tardofranquismo, no lo entendéis porque andáis todavía con el catecismo y la formación del espíritu nacional.

Como tenéis tan mala índole, en lugar de hacer como si nada, se os ha ocurrido leer la ley enterita. Todo el mundo sabe que las leyes son como los prospectos de las medicinas, que tienen una letra megapequeña y únicamente sirven para que luego no cierre bien la cajita.

Sin embargo, vosotros no solo os habéis leído todos los artículos, del primero al último, empollones tocapelotas, sino que encima vais buscando el fallito. Por vuestra culpa, los medios de la ultraderecha están masacrando a la pobre Pam, con lo graciosa que es.

Otrosí digo que a partir de ahora no hagáis caso a lo que pone aquí debajo y dejéis las cosas como estaban y que ante la duda me llaméis al móvil. De lo contrario, señorías, os voy a meter un cursillo que lo vais a flipar, por listos.

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