El billón de Kabul
¿Cuánto gastó EE UU para garantizar el futuro de los afganos y cuánto se dilapidó?
En estos días se han cumplido cien años del hundimiento de la comandancia de Melilla, aquel acontecimiento que pasaría a la Historia como el Desastre de Annual, el campamento donde empezó a finales de julio de 1921 la desbandada y la debacle, y que culminaría con la masacre de Monte Arruit, ya en pleno mes de agosto.
Los hechos, que costaron la vida a cerca de diez mil españoles a manos de los guerrilleros rifeños, apenas han tenido en este centenario un somero recuerdo. Mucho se ha notado la ausencia de una decidida iniciativa institucional para honrar a aquellas víctimas y examinar las causas, tan ominosas como aleccionadoras, de un episodio que tuvo honda influencia en los años siguientes y en la historia de España del siglo XX.
De la desmemoria a la que somos tan proclives nos salva un puñado de iniciativas, principalmente particulares. Entre ellas, cabe señalar la edición o reedición de varios libros. Digna de encomio es la apuesta de Ediciones del Viento por recuperar testimonios cruciales de aquellos hechos, como El blocao, de Díaz Fernández, Abd el-Krim y los prisioneros, de Luis de Oteyza, La cruz de Monte Arruit, de Enrique Meneses o El escándalo del millón de Larache, de Rafael López Rienda. Este último saca a la luz la corrupción que junto a la incapacidad lastraba la gestión del protectorado de Marruecos. Leerlo en estos días hace inevitable pensar en el veloz hundimiento del ejército afgano ante la ofensiva talibán.
De ese billón de dólares invertido por Estados Unidos en Afganistán, según el presidente Joe Biden, ¿cuánto se gastó de veras para garantizar el futuro y la seguridad de los afganos y cuánto se dilapidó? La semana triunfal de los talibanes no invita a una halagüeña respuesta.