Mascarillas contra la epidemia de gripe

Toses, estornudos, congestión nasal, mocos, dolor de garganta, fiebre alta, dificultades para respirar... las urgencias de los centros de salud y de los hospitales reciben estos días un goteo de pacientes golpeados por la epidemia de virus respiratorios que barre el país: gripe (sobre todo gripe A), covid y virus respiratorio sincitial (VRS), que afecta sobre todo a los bebés.

En solo dos semanas, y según los últimos datos publicados por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto Carlos III, los casos de infección respiratoria registrados en Atención Primaria se han disparado un 72%.

Han pasado de 526 casos por 100.000 habitantes a 916, y todo indica que seguirán subiendo ya que el informe no recoge aún los datos de la última semana del año con las celebraciones de Navidad y Nochevieja, sin contar con las próximas aglomeraciones de la cabalgata de Reyes.

La epidemia de gripe está poniendo a prueba las costuras del sistema sanitario que, de momento, está funcionando a costa de unas urgencias desbordadas y una sobrecarga de trabajo para médicos y enfermeras, agravada por las vacaciones navideñas de parte del personal.

Los expertos recomiendan el uso de la mascarilla. «Si una persona empieza a tener un cuadro catarral o gripal o una sospecha de covid, tiene que ponerse la mascarilla, primero para no coger ninguna otra infección más y segundo para no transmitir el virus.

Estos días ha habido muchas reuniones familiares con personas que podían tener cuadros respiratorios, y como se ha perdido la costumbre de llevar la mascarilla en entornos cerrados, el virus se ha propagado con más facilidad», dicen.

También hacen un llamamiento a la vacunación tras constatar que este otoño-invierno la tasa ha descendido. «Es recomendable que los mayores de 60 años y las personas con patologías de riesgo se vacunen contra la gripe y el covid». Y apelan a volver al hábito del lavado frecuente de manos para reducir la transmisión de virus. Hay que hacerles caso.

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