Los primeros 100 días de una larga maratón
El Govern de Salvador Illa cumple cien días con unos resultados notables. O al menos eso opinan la mayoría de patronales, sindicatos, entidades y asociaciones de la demarcación de Tarragona, consultadas por el Diari. Desde los clubes deportivos, se valora especialmente la creación de una Conselleria d’Esports, con el tarraconense Berni Álvarez a la cabeza. Desde el ámbito económico, el «rol de liderazgo» del president, en temas como el Fondo de Transición Nulear, en palabras de Mario Basora (Cambra de Reus). O su «capacidad de diálogo» y «sensibilidad territorial», que destaca Miquel Maria Aragonès, de ImpulsCatSud. O su «compromiso con la estabilidad y la moderación política», según el presidente de PIMEC, Jordi Ciuraneta que, sin embargo, no da más que un aprobado a Illa.
En general, se valora una predisposición a tratar con el territorio y su tejido empresarial, social y asociativo. Illa ya ha visitado más veces Tarragona en tres meses, que Aragonès en todo su mandato. Y esa cercanía se siente. También la preocupación y la actividad en temas cruciales para la demarcación, como la sequía en el Priorat –uno de los primeros asuntos que trató de atajar el Govern–, la dana –con llamadas a los alcaldes afectados–, las inversiones –5,3 millones de euros para la Tabacalera–, el impulso al Fòrum Judical de Tarragona, la cercanía con el sector petroquímico, la apuesta por hacer asequible la vivienda...
Sin embargo, como bien debe saber el mismo president –corredor empedernido–, una legislatura se asemeja más a una maratón que a los cien metros lisos, y este inicio de mandato no puede quedar en un lucido esprint, si no que debe ser una exitosa carrera de fondo. Todos los catalanes nos beneficiaríamos de que así fuera. Muchos entrevistados por el Diari recuerdan las tareas pendientes y asignaturas suspendidas del president: la gestión de Rodalies –y más con el corte de vías en marcha– tiene mucho por mejorar, la negativa al proyecto del Hard Rock ha levantado apollas en el sector turístico, y las aritméticas políticas –la dependencia de ERC y Comuns por un lado, y la fidelidad al Gobierno central, por otro– genera suspicacias. Un buen inicio siempre es clave en una carrera; aunque sólo se gana la competición si se alcanza la meta el primero.