La Convención bajo las bombas de Gaza
Chicago 1968. Diez mil manifestantes de todo el país se dieron cita en los alrededores de la Convención del Partido Demócrata para protestar contra la participación de su país en una guerra en la que morían civiles por millares, Vietnam. Culpaban al presidente Lyndon Johnson, que meses antes se había convertido en el primero de la historia en renunciar a la candidatura en favor de su vicepresidente, Hubert Humphrey, quien perdería las elecciones poco más tarde. La brutal represión policial convenció esa noche de agosto del 68 a los estadounidenses para votar por Richard Nixon. Amén de otros motivos, claro.
Más de medio siglo después, el Partido Demócrata vuelve a celebrar su convención en esta ciudad marcada en negro en la historia política del país. El presidente Joe Biden ha seguido los pasos de Johnson al renunciar a la reelección y dejar el testigo a su vicepresidenta, Kamala Harris. Miles de manifestantes confluyen en Chicago hoy para protestar por otra guerra en la que mueren civiles a mansalva, la de Gaza. ¿Volverá a repetirse la historia? Decenas de organizaciones han preparado las protestas que recorrerán las calles de Chicago en estos cuatro días de superproducción política para protestar contra el apoyo de Joe Biden a Israel, entre otros asuntos. Solo porque el presidente ya no sea el candidato no van a cancelarlo. Después de todo, «Kamala Harris ha dado señales de que está dispuesta a reunirse con nosotros, pero no de que vaya a cambiar las políticas» actuales, declararon los representantes del movimiento de protesta bautizado como ‘Uncomitted’. Más de 650.000 personas votaron por ellos durante las primarias demócratas a modo de protesta. La campaña americana va a estar dominada por ejes diferentes a los habituales. Tan diferentes, que el campo trumpista empieza a mostrar signos evidentes de despiste. El tándem Harris-Waltz ha recuperado terreno. El otoño nos augura muchas emociones.