El Teatre Metropol, una herida en la Rambla

Una estatua en la Rambla recuerda desde ayer a Josep Maria Jujol, el arquitecto tarraconense más famoso. La figura conmemora el 75 aniversario de su muerte y es obra del artista Joan Serramià. La voluntad del consistorio es que esta estatua, más que merecida y más que necesaria, sea un reconocimiento de la ciudad de Tarragona a uno de sus artistas más valorados. Hasta aquí solo podemos felicitarnos. Un detalle es importante: la estatua está ante el Teatre Metropol, una de las joyas del arquitecto modernista. Y aquí ya tenemos un problema, porque Metropol se encuentra en un estado de conservación más que lamentable. No es una novedad en Tarragona que los edificios emblemáticos estén cerrados, abandonados o, directamente, en peligro de derrumbe. La Savinosa, Ca l’Ardiaca, Banco de España, Tabacalera... Pocas ciudades de nuestro entorno y de nuestra relevancia deben cuestionar nuestro liderazgo. El caso del Teatre Metropol es, si cabe, más doloroso. El modernismo en una ciudad Patrimonio de la Humanidad por su legado romano, ha sido tratado siempre con cierta complacencia. Aún recordamos la polémica visita del actor estadounidense John Malkovich, fan absoluto de la arquitectura de Jujol, hace ya unos años. No entendíamos su pasión y nos pareció una excentricidad. No haber evitado la degradación Metropol es incomprensible. No nos sobran teatros, no nos sobran las obras de artistas de la ciudad (tampoco hay tantos), lo que nos sobra es desidia adminsitrativa, que ha permitido que las cosas llegaran a este punto. Se han tomado medidas y esperemos que no sea demasiado tarde. Sería interesante que la presión de la sociedad civil sirviera para evitar que el listado antes mencionado acabe en un desastre. La Tabacalera parece tener un futuro claro, pero Ca l’Ardiaca está en riesgo de desaparición, la Savinosa ya no parece interesar a nadie y con el Banco de España no sabemos qué hacer. No lo podemos permitir.

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