El Aeropuerto de Reus debe desestacionalizarse
Hace 16 años que Ryanair ponía en marcha su base operativa en Reus. El entonces director del Aeropuerto, Vicenç Pallarès, organizaba unos desayunos de prensa que constituían un evento en toda regla. Y el excéntrico Michael O’leary, al frente de Ryanair, viajaba a Reus a menudo para explicar las novedades de la temporada. Pero eso ya pertenece al pasado. La política comunicativa de hoy es más distante, más controlada y más corporativista. Los medios ya no tenemos comunicación directa con un director que respondía a los mensajes y cogía el teléfono. Y los presidentes de la compañía no se pasean por las instalaciones reusenses para presentar las grandes novedades del año. Pero es importante y significativo el paso que está dando Ryanair. Tras cerrar la base operativa de Reus y habiendo pasado unos años de travesía por el desierto, la aerolínea irlandesa, ahora, vuelve a apostar por nuestro aeropuerto con una red de vuelos regulares estable y variada. Aunque todavía hay muchos interrogantes que no sabemos cómo se resolverán a largo plazo. ¿Habrá base operativa? De momento, no. ¿Habrá vuelos en invierno? De momento, tampoco.
Y aquí nos encontramos con muchas incongruencias. En una época en que el sector turístico trabaja para desestacionalizar la temporada, PortAventura programa oferta de ocio para todo el año y el clima hace que cada vez tenga menos sentido hablar de temporada alta y temporada baja, el Aeropuerto sigue sin desestacionalizarse. Es imprescindible que llegue a convertirse en la cuarta pista del Aeropuerto del Prat, completando la oferta de Barcelona con vuelos regulares y estables durante todo el año. Y de momento no estamos aquí. Hemos recuperado las temporadas altas con un amplio abanico de vuelos regulares, pero luego, como siempre, vuelve la travesía por el desierto. La Taula Estratègica de l’Aeroport debe activarse de nuevo, hacer la presión necesaria y tratar de conseguir la anhelada desestacionalización.