Adif, sal y manifiéstate. El silencio no es opción.
El próximo 1 de octubre no circularán trenes desde Tarragona hacia Barcelona. La noticia no por anunciada deja de ser tremenda. Las alternativas para permitir la comunicación entre las dos áreas metropolitanas más importantes de Catalunya han circulado hoy en una reunión en la Subdelegación del Gobierno. Este Diari les ha adelantado la que propone RENFE. A RENFE se la puede acusar de muchas cosas (la lista es larga) pero en este caso concreto, no se podrá decir que no han hecho los encajes de bolillos necesarios para ofrecer una solución. Pero Renfe no es el único responsable. En este baile, quien marca el paso es ADIF. RENFE gestiona a los pasajeros y Adif gestiona las infraestructuras. Cuando Adif decide hacer una obra, la afectación a las personas no entra en su visión del mundo. Se corta y punto, y arréglese usted como pueda. Renfe tiene que gestionar entonces al usuario cabreado. Hemos intentado contactar con ADIF para conocer sus alternativas en numerosas ocasiones y no hemos obtenido respuesta. El corte de la línea ferroviaria entre Tarragona y Barcelona es un ejemplo de cómo no debe gestionarse la cosa pública. La comunicación ha sido tardía, el galimatías importante y –factor decisivo– el silecio de Adif, atronador. Este corte llega en el peor momento, aunque quizás nunca hay momento bueno. Lo importante es que a partir de hoy los diversos actores podrán presionar a ADIF para conseguir que dure lo menos posible. ADIF ha de poder mostrar sensibilidad y empatía con los miles de personas que van a ver sus vidas afectadas. Hablamos de 15.000 ciudadanos cada día, que merecen ser tratados con dignidad. Hay que escuchar sus propuestas y valorar lo que proponen. Escuchar a los afectados debería ser el primer ejercicio de toda administración. Está previsto que la obra dure seis meses y tendrá un coste descabellado. Adif, pongáse las pilas y si hay mejor alternativa a la que propone RENFE, escúchela. 15.000 ciudadanos de toda la demarcación van a vivir un otoño-invierno difícil.