A vueltas con la ley del ‘solo sí es sí’

Las rebajas de penas a condenados por violaciones y agresiones sexuales se suceden cada día tras la entrada en vigor de la conocida como ley de ‘solo sí es sí’.

Y Tarragona no es ajena a este problema; hasta el momento, al menos tres condenas por delitos sexuales se han visto mermadas en la provincia al acogerse los jueces al principio de aplicar la ley más favorable al reo.

Ante la polémica que ha generado este fenómeno, el grupo socialista registró ayer en el Congreso una proposición de ley para reformar la ley y elevar las penas a los agresores sexuales cuando actúen con violencia o intimidación, propuesta presentada en solitario tras no llegar a un acuerdo con el Ministerio de Igualdad.

El objeto de la reforma, según explicó el portavoz del grupo socialista, Patxi López, es «corregir los efectos no deseados de una buena ley y acabar con la alarma social» que habían generado las rebajas de condenas a agresores sexuales. Se aumentan penas y se «acotan» las horquillas para que las condenas sean «mucho más correctas» cuando la reforma entre en vigor.

La presentación de esta reforma unilateralmente por el PSOE ha abierto una nueva brecha en el gobierno de coalición, toda vez que Unidas Podemos rechaza esta revisión al considerar que, en lugar de proteger el consentimiento, vuelve a «los tiempos cuando tenían que ser las víctimas las que demostraban si se habían resistido lo suficiente y cuando se ponía la violencia y la intimidación en el centro de la norma».

Más allá de las disputas en el seno del Ejecutivo, que ambas partes ya han anunciado que no se romperá por este nuevo desencuentro, llama la atención la demora en subsanar los vacíos que puede tener la ley y que permiten que los violadores pasen menos tiempo entre rejas o incluso que queden en libertad pese a su peligrosidad. Y es esa la realidad hoy.

El consentimiento es fundamental, como lo es que los agresores paguen por sus deleznables actos.

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