‘Thor: Love and thunder’, ¡que me parta un rayo a martillazos!

Cuando el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) inició la famosa Fase 4, no pensó que esta nueva entrega de Thor podía ser tan poderosa como se demuestra ahora. Es, probablemente, la mejor entrega de esta cuarta fase del MCU tras Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos, Spider-Man: No Way Home y Doctor Strange en el multiverso de la locura. El fan marveliano va a reír, llorar y pasárselo en grande durante dos horas al tiempo que disfruta con el regreso ‘a lo grande’ de Natalie Portman. El ‘poder del martillo’ parece haber cambiado de manos... y de músculos.

En esta ocasión, el Dios del Trueno (Chris Hemsworth) emprende un viaje que no se parece en nada a lo que se ha enfrentado hasta ahora: una búsqueda de la paz interior. Pero el retiro de Thor se ve interrumpido por un asesino galáctico conocido como Gorr el Carnicero de Dioses (Christian Bale), que busca la extinción de los dioses. Para hacer frente a la amenaza, Thor solicita la ayuda del Rey Valkiria (Tessa Thompson), de Korg (Taika Waititi) y de su ex novia Jane Foster (Natalie Portman) que, para sorpresa de Thor, empuña inexplicablemente su martillo mágico, Mjolnir, como la Poderosa Thor. Juntos, se embarcan en una aventura cósmica en la que tendrán que descubrir el misterio de la venganza del Carnicero de Dioses y detenerlo antes de que sea demasiado tarde.

Y todo ello bajo la batuta del oscarizado Taika Waititi (Jojo Rabbit), que ya demostró en la anterior entrega (Thor: Ragnarok), la tercera de la saga, de lo que era capaz. Ahora, ha vuelto a darle su toque personal, con un espíritu pop (incluso rockero), gamberro, colorista y divertido al personaje, mientras el filme no renuncia a la acción y a la comedia. Todo envuelto en un trama con un superreparto (por si alguien echaba de menos a los Guardianes de la galaxia y otros).

Portman, la musculitos

Esta nueva entrega arranca con un Thor que ya ha superado la etapa de héroe fondón y borrachín, y vuelve a estar en forma para defender a su pueblo, asentado en un nuevo lugar tras la destrucción del reino de Asgard y la muerte de Odín.

Aunque el motor que lo acelera todo es la doctora Jane Foster, a la que habíamos perdido de vista y parecía estar desvinculada de Marvel tras sus últimas apariciones. Aquí pasa de ser ‘la novia de’ y convertirse en la Poderosa Thor martillo en mano. Su vuelta sirve para poner a prueba al renacido Thor en su fragilidad emocional. Para ofrecer esa imagen musculada, Natalie Portman tuvo que pasarse meses en el gimnasio. El resultado salta a la vista.

Pero si una cosa ha sabido hacer Marvel es darle un nuevo giro-enfoque a su superhéroe. Aquí ha logrado materializar su primera comedia romántica, mezclándola de forma épica y extravagante a golpe de martillo. Un martillazo en la taquilla.

Detective Conan: La novia de Halloween es la vigesimoquinta película de anime basada en la obra de Goshoō Aoyama. Esta saga de mangas además de películas, también ha desarrollado una prolífica serie de televisión y creado videojuegos basados en sus historias y personajes.

El auge del manga y de esta saga en concreto queda patente en la taquilla. El año pasado, sin ir más lejos, la última cinta de la franquicia, Detective Conan: La bala escarlata, logró recaudar 84,5 millones de euros a nivel mundial, convirtiéndose en la tercera más taquillera de la saga, sólo por detrás de El puño de zafiro azul y El caso Zero. En España, La bala escarlata ingresó cerca de 40.000 euros en su primer fin de semana.

La historia de Detective Conan: La novia de Halloween gira en torno a la boda de los Detectives Sato y Takagi, la cual se ve interrumpida por un asalto del que acaba llevándose lo peor este último. Mientras tanto, se produce una fuga de cárcel en la que está involucrando el perpetrador de un atentado, y Rei Furuya se cruza con una misteriosa persona disfrazada que acaba poniéndole un collar explosivo. A medida que Conan y los suyos empiezan a investigar todos los hechos, se convierten en el objetivo de un grupo muy peculiar.