El 28M en Vila-seca: Pere Segura se enfrenta a la reválida ante más rivales que nunca
Nueve formaciones aspiran a desbancar al alcalde, que llega a las urnas como claro favorito ante la ausencia de una alternativa clara de gobierno
Estas elecciones municipales se presentan en Vila-seca como el examen al primer mandato del alcalde, Pere Segura. Cuatro años en los que la pérdida de la mayoría absoluta ha abierto un escenario inédito de negociaciones y pactos en la política municipal que podría mantenerse después del 28 de mayo. Tras pasar de 11 a 8 ediles, la formación heredera de CiU, Vila-seca Segura, ha gobernado en minoría –en coalición con dos concejales del PSC– y a nadie se le escapa que la poderosa campaña que está llevando a cabo busca recuperar una mayoría absoluta que su predecesor, Josep Poblet, encadenó durante 25 años.
Para evitarlo, Vila-seca en Comú, Decidim Vila-seca y PSC se presentan como principales adversarios en unas municipales en las que los vilasecanos tendrán más opciones de voto que nunca, con hasta diez papeletas distintas. Después de 40 años en el poder, construir una alternativa de gobierno fuera del espacio postconvergente resulta una misión compleja. En un hipotético escenario de pactos tras el 28M, también parece difícil de imaginar una alianza que no incluya al actual alcalde, que parte de nuevo como claro favorito a la victoria. En su equipo mantiene a parte de la vieja guardia, con Manuela Moya y Josep Toquero de escuderos, y repite con seis de sus ocho concejales en los primeros puestos de la lista.
Curiosamente, la política de mano tendida que ha seguido el alcalde en los últimos cuatro años puede ser la clave para recuperar la mayoría perdida y no tener que depender de nadie en los próximos cuatro. Segura ha tenido la habilidad de aprobar cada año los presupuestos con pactos puntuales con el resto de partidos de la oposición, a cambio de impulsar algunas de sus medidas que, en muchos casos, ha asumido como propias a pesar de no llevarlas en su programa, como puede ser el retorno de la FiM. En un contexto difícil para las administraciones locales, marcado por los problemas que acarreó la pandemia, la oposición ha jugado sus cartas en beneficio del municipio y sin protagonizar grandes enfrentamientos, lo que ahora les podría pasar factura en las urnas ante la complicación para marcar un perfil propio.
La alternativa más clara a estas alturas parece la del PSC, que tras la expulsión de su anterior candidato, Iván Navarro, por supuestas irregularidades en la gestión del dinero del partido, ha reconstruido una candidatura alrededor de los exconcejales de Ciudadanos, que fueron la segunda fuerza en los últimos comicios. PSC y la plataforma Vila-seca Som Tots –surgida de los regidores que abandonaron Cs– anunciaron a inicios del año pasado una coalición para concurrir juntos este 28M. Después de que el PSC tocara fondo en 2019, el líder de la candidatura esta vez es Joan Anton Ramírez, que se presenta por tercera vez a la alcaldía tras romper con el partido de Arrimadas a medio mandato. El buen momento que atraviesa el PSC a nivel estatal podría beneficiarles, a pesar del descontento de parte de la militancia local por su elección como alcaldable.
Mientras, Ciudadanos ha montado candidatura confiando en una cara nueva, Carlos Rico, para tratar de retener parte del voto que les ha llevado a ser segunda fuerza en las últimas dos municipales. Ardua tarea la suya.
La división del voto de izquierdas es otro factor que podría jugar a favor de Segura. No en vano, el estreno de una candidatura de la CUP, que ha sabido abrirse un espacio propio en poco tiempo a pesar de no tener representación municipal, seguro que arañará votos tanto a los Comuns como a Decidim. Ambos obtuvieron tres regidores en las pasadas municipales y ahora aspiran a continuar ganando terreno tras su irrupción en el salón de plenos hace ocho años.
En el caso de Vila-seca en Comú, la salida de Mario Téllez ha dejado en primera línea a Nuria Miret, dos de los concejales más activos y reconocidos de la oposición. Por Decidim, repite por tercera ocasión Josep Forasté, que puede rentabilizar su pelea por retornar a Vila-seca la FiM y la que quizá es la mejor imagen de campaña de entre todas las candidaturas.
En el espectro de la derecha, Convergents busca recoger parte del histórico espacio que ocupaba CiU con una nueva candidatura que lidera Antonio Giraltó. Él encabeza la plataforma municipalista del PDeCAT, que por primera vez se desmarca de la de Junts (Vila-seca Segura). En el lado unionista, el PP tratará de aprovechar la presumible debacle de Ciudadanos y pelear por volver al salón de plenos, frente a dos marcas en auge que pueden entrar por primera vez como son Vox y Valents.