Un polo en plena transformación

El sector químico de Tarragona afronta un panorama marcado, en el corto y medio plazo, por un entorno macroeconómico con elevadas tasas de inflación y elevados costes energéticos y de materias primas. Un Polígono Petroquímico de Tarragona que está comprometido con la transición energética y enfrascado en pleno proceso de transformación con el objetivo de alcanzar en el año 2050 las cero emisiones netas de CO2. Todo ello en un contexto en el que la industria europea se encuentra en clara desventaja competitiva con respecto a otras regiones del mundo.

El presente y el futuro del Polígono Petroquímico de Tarragona pasa por la mejora de la competitividad de sus empresas, y para ello debemos apalancarnos en nuestras fortalezas, que son muchas y reconocidas a nivel mundial, como son la excelente ubicación del Polígono, la relevancia de las empresas que lo conforman y su elevado nivel de integración.

Pero sobre todo debemos aprovechar las oportunidades que tenemos en frente: mejorando la transferencia tecnológica y de conocimiento en el territorio, impulsando las reclamaciones históricas en materia de infraestructuras y apoyando a las empresas del Polígono Petroquímico en la transformación de su modelo de negocio en el marco de la transición energética.

Y debemos gestionar de forma conjunta las amenazas al sector. Debemos, como ya estamos haciendo, incrementar la colaboración entre las empresas del Polígono, pero es del todo necesario la colaboración público-privada, con una política industrial clara y de apoyo al Polígono Petroquímico de Tarragona que garantice una transición energética ordenada y justa.

De esta manera podremos garantizar el presente y el futuro del Polígono Petroquímico de Tarragona, el más importante del sur de Europa.

Debilidades

Alta dependencia de la energía; Elevado coste de la energía y materias primas; Complejidad técnica inherente en los asuntos del sector (como barrera para la comprensión general de la población); Tendencia a la comoditización de parte del polo industrial (productos con menos valor añadido); Dificultad para atraer nuevas inversiones.

Amenazas

Marco geopolítico y económico a nivel mundial (competencia de países fuera de Europa); Complejidad y creciente presión del marco regulatorio europeo; Entrada creciente en el mercado europeo de productos Oriente Medio/Asia; Complejidad burocrática: plazos largos para la obtención de permisos y licencias de la Administración; Coste creciente de la energía y materias primas; Infraestructuras no adecuadas a las necesidades del sector; Falta de política industrial y posicionamientos políticos adversos respecto al sector químico; Falta de desarrollo de energías renovables en el territorio; Tendencia a la generalización/focalización de las crisis particulares sobre todo el sector.

Fortalezas

Número, diversidad y relevancia de empresas del sector en Tarragona, así como el elevado grado de colaboración entre las mismas; Estabilidad laboral y desarrollo profesional; Alta capacitación del personal; Integración de productos (actual y potencial) favoreciendo la competitividad; Alta cultura de seguridad y sostenibilidad; Compromiso con la transición energética; Compromiso con la responsabilidad y la ética empresarial; Compromiso social con el territorio; Ubicación geográfica estratégica.

Oportunidades

Transición energética: Modelos de desarrollo sostenible, energía renovable, economía circular (Ej. H2 como vector energético); Fondos, ayudas e inversiones para la transición energética; Desarrollo de tecnologías de la información, digitalización e industria 4.0; Desarrollo logístico del entorno (3r carril ferroviario, ZAL, A-27, 44tn,...); Alta presencia de instituciones formativas, de I+D+i y de transferencia tecnológica (URV, CTQ, ICIQ...); Disponibilidad de empresas de servicio en el entorno; Desarrollo económico-metropolitano y mayor centralidad del Camp de Tarragona.

Javier Sancho, Director del complejo industrial de Repsol en Tarragona