Tarragona puede ser un pilar de la estrategia industrial de la Unión Europea

Tarragona cuenta con el polo petroquímico más importante del sur de Europa, un claro motor industrial de la UE, por lo que su contribución a la Estrategia de competitividad industrial y sostenible de la UE es clave.

Los actores industriales se encuentran actualmente delante de retos reales y frenos estructurales como pueden ser las condiciones desiguales a nivel mundial, el riesgo de deslocalización debido a la fuga de carbono, la insuficiente financiación privada y la necesidad de reducir el riesgo para escalar industrialmente proyectos innovadores, la capacidad de atraer y retener talento, el precio de la energía o la escasez de materias primas.

Y estos son también los retos que tiene que afrontar el sector petroquímico en Tarragona. Necesitamos la colaboración del ecosistema local para poder desarrollar hojas de ruta industriales sólidas.

No es casualidad que en Tarragona se concentren algunos de los grandes proyectos financiados con el fondo de Innovación de la UE, uno de los programas de financiación más grandes del mundo para desarrollar tecnologías innovadoras bajas en carbono, respaldando proyectos emblemáticos con valor añadido europeo que pueden generar reducciones significativas de emisiones y gases de efecto invernadero.

Es decir, para hacer frente a algunos de los retos mencionados anteriormente. Me gustaría mencionar, por ejemplo, la Ecoplanta del Morell que permitirá transformar 400 mil toneladas anuales de residuos urbanos en 250 mil toneladas de metanol circular, el electrolizador que tendrá una capacidad de producción de hidrógeno renovable de 150 MW en la primera fase, el almacén de CO2, o la fábrica de reciclaje de baterías en La Canonja.

Finalmente, no me olvido de la importancia del valle del hidrógeno, una apuesta que va en la línea de la Alianza Industrial del hidrógeno como fuente de energía renovable, combustible y materia prima para la industria. El objetivo es conseguir producir 10 millones de toneladas en 2030.

El valle es también un buen ejemplo de colaboración público privada para crear una base industrial competitiva y sostenible que agrupa casi 250 entidades del ámbito de la investigación y de la industria. Desde la Representación de la Comisión Europea en Barcelona apoyamos este proyecto desde el primer momento y esperamos que se pueda avanzar para definir su estatus jurídico y que pueda ser reconocido como un valle de innovación.

La industria europea está en un momento decisivo. Como mencionó Draghi en su informe: «nos encontramos en un momento existencial; por primera vez desde la Guerra Fría debemos temer genuinamente por nuestra preservación y el motivo de una respuesta unificada nunca ha sido tan convincente».

Tarragona como polo industrial se encuentra en un momento clave, con algunos interrogantes mayúsculos. ¿Cómo conseguir la neutralidad de la industria? ¿Cómo mantener la competitividad con todos los retos mencionados anteriormente? Pero también cuenta con grandes proyectos de futuro, una localización geográfica privilegiada y la unión de industria, sector público y universidad imprescindibles para afrontar estos grandes retos.

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