Saber potenciar los valores añadidos de nuestro territorio
En un mundo en el que las transformaciones se aceleran y se superponen a las estrategias, es clave conocer bien la situación en la que nos encontramos para poder visionar el futuro a largo plazo y prospectar un impacto positivo. El Instituto Catalán de Investigación Química (ICIQ), un centro de investigación de excelencia a nivel europeo, está para ayudar en las necesidades del complejo petroquímico de Tarragona, así como de todas sus empresas, con el objetivo de potenciar los valores añadidos de nuestro territorio, especialmente en lo que se refiere a la transferencia de conocimiento e innovación, y así contribuir al bienestar de sus habitantes
Debilidades
Mejorar la comunicación del sector y potenciar el diálogo con la sociedad civil.
Poca relación con otros actores estratégicos del territorio en el desarrollo de proyectos a largo plazo.
Dificultad para la captación de nuevas inversiones.
Amenazas
Visión negativa de la química y el complejo por una parte de la sociedad.
Incertezas derivadas del impacto climático, especialmente en lo relativo a la contaminación atmosférica y a los microplásticos.
Diversas plataformas y asociaciones contrarias al complejo que promueven acciones que perjudican la imagen y el posicionamiento de la industria.
Fortalezas
Complejo petroquímico más importante del sur de Europa: más de 100 empresas que operan en términos de producción o de servicios derivados, algunas de ellas de ámbito internacional.
30% del PIB del Camp de Tarragona y 10.500 puestos de trabajo directos e indirectos. Hasta 31.600 puestos de trabajo inducidos, según datos AEQT (2021).
Localización estratégica y buenas infraestructuras.
25% de producción química de todo el Estado, en muchos casos especializada y de alto valor añadido.
Posibilidad de colaboraciones estratégicas con la academia y los centros de investigación cuanto a generación y retención de talento.
Oportunidades
Ser tractores de la transición energética y promover la descarbonización de la industria.
Impulsar el uso del hidrógeno verde como un vector energético clave para el cambio de la industria y, a su vez, invertir en otras energías renovables que permitan garantizar la disponibilidad, el coste y la capacidad de la infraestructura eléctrica necesaria.
Potenciar modelos de economía circular para lograr una química verde y sostenible.
Mejorar la seguridad del sector, de sus actividades y de toda la cadena de valor. Hacer conocedora a la sociedad de este despliegue de acciones para mejorar la percepción.
Proximidad con un centro de investigación de excelencia en el ámbito de la química como el ICIQ y posibilidad de crear sinergias de conocimiento en términos de desarrollo e innovación.
Desarrollar un programa de divulgación que permita explicar por qué la química es importante y mejorar las relaciones con la sociedad.
Emilio Palomares, Director del Institut Català d’Investigació Química (ICIQ)