¿Qué es la catálisis en la industria química y cuáles son sus usos?

Los catalizadores son esenciales para acelerar las reacciones químicas que se dan en los procesos industriales

«La catálisis es acelerar reacciones que, sin el uso de un catalizador, tardarían años, y que con él toma solo días o horas. Es como esperar diez años a que un árbol dé frutos después de plantarlo, o recoger esos frutos de un día para otro», explica Emilio Palomares, director del Institut Català d’Investigació Química (ICIQ), en el campus Sescelades de Tarragona.

Previo a esto: ¿qué es una reacción química? «Hablamos de una reacción cuando mezclas dos o más cosas para obtener una cosa distinta». Como ejemplo, habla del pan, una mezcla de harina, agua y levadura donde «si no tienes los tres ingredientes, no tendrás pan». En este caso, «la reacción química es mezclar harina con agua, que son los reactivos, mientras que el catalizador es la levadura. Sin levadura, cuando la harina se secase, volverías a tener harina seca. Con este catalizador, obtienes pan».

Para que la harina con agua termine convertida en pan, se necesitará activar ese catalizador. La forma de activarlo, en este caso, es la temperatura. «Para que la levadura empiece a trabajar bien, necesitas una temperatura de entre 170 y 180 grados. A menos temperatura, se produciría la reacción química, pero tardarías mucho más tiempo, mientras que si te pasas de temperatura, el catalizador no trabajaría en condiciones óptimas y el resultado sería un producto inesperado, en forma de coca seca con trozos de pan».

En el mundo industrial, eso sería un inconveniente. En el mundo de la ciencia, puede representar un avance. «La diferencia -sostiene- entre un buen científico y un gran científico es que mientras que el primero obtiene resultados, el segundo intenta entender por qué no ha funcionado».

¿Qué catalizadores utiliza hoy la industria química? «Las industrias no te lo dirán -responde este científico-, porque están protegidos por patentes industriales, pero, de forma general, los que se utilizan aquí [en el polo petroquímico de Tarragona] son metales baratos, como el hierro, el cobre o el cobalto, que permitan escalar la producción en toneladas, mientras que en la industria farmacéutica, por ejemplo, con producciones más bajas, pueden permitirse metales no tan abundantes y más caros, como el paladio o el sodio. En cualquier caso, el valor añadido no es el catalizador, sino el proceso en sí mismo». En otras palabras, la mano del panadero.

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