Por primera vez las ventas de coches eléctricos superan a las de los diésel

Los consumidores se sienten atraídos por el ahorro en combustible y mantenimiento y por el compromiso climático

El mercado automovilístico se encuentra experimentado un cambio significativo con el aumento notable en las ventas de coches eléctricos. Y es que por primera vez, en el primer semestre del año, las ventas de vehículos eléctricos superaron a las de diésel, marcando un hito en la transición hacia un transporte más sostenible.

Según el IV Informe de movilidad eléctrica en España y un estudio de la plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible May López, la cuota de venta de vehículos nuevos enchufables (10,4%) superó por primera vez a la de los diesel (10,3%) durante los seis primeros meses de 2024, aunque sólo representan el 1,4% del parque móvil.

Los vehículos de gasolina aún encabezan las ventas (40,6%), aunque seguidos muy de cerca por los híbridos (35,7%) en una clasificación que incluye también a los que funcionan con combustibles alternativos (2,9%).

El compromiso del Gobierno cifra en 540.000 vehículos eléctricos enchufables para 2025 y 5,5 millones para 2030, además de contar con infraestructura para dar servicio a los 30 millones de automóviles y 80.000 camiones cero emisiones que se espera estén operativos en las carreteras europeas en 2030.

Sin embargo, a cierre del 2023, un tercio (32,3%) de los 36,72 millones de vehículos del parque nacional actual carecía de etiqueta medioambiental y una cantidad aproximada (27,7%) tenía la etiqueta B.

Desafíos

La preocupación creciente por el evidente cambio climático, así como la búsqueda de alternativas más limpias han llevado a muchos consumidores a optar por este tipo de vehículos. Además de por estos motivos, muchos consumidores se sienten atraídos por el ahorro en combustible y mantenimiento, sin olvidar el rendimiento silencioso y la experiencia de conducción única que ofrecen.

La principal ventaja ambiental de los eléctricos es la reducción de emisiones: según los últimos datos disponibles, correspondientes a 2022, las emisiones de dióxido de nitrógeno disminuyeron un 3,6% y las de PM2,5 (partículas de menos de 2,5 micras), un 0,7%, gracias a las menores emisiones en el transporte por carretera (-6,0% y -14,4%, respectivamente).

Sin embargo, a pesar del crecimiento, el mercado de coches eléctricos todavía se enfrenta a distintos desafíos, siendo el principal la dependencia de las materias primas para las baterías, como el litio y el cobalto. Eso plantea un contraste de debate en cuestiones ecológicas sobre la sostenibilidad y la ética de su extracción.

Además, una preocupación a la que no se termina de dar respuesta es la infraestructura de recarga. Aunque en expansión, todavía necesita ser más robusta para satisfacer la creciente demanda. También sufre problemas como la carencia de electrolíneas en zonas rurales y la baja potencia disponible para recargar vehículos pesados. La puesta en marcha de una de estas infraestructuras y su conexión real puede tardar hasta tres años, complicando algo más la problemática.

Un futuro prometedor

Según el informe de movilidad, la actual infraestructura de recarga es «suficiente» para atender al parque de turismos nacionales, ya que sólo se utiliza el 6,31 % de su capacidad, pero la de recarga pública sigue sin cumplir con la normativa europea en disponibilidad de información, transparencia e interoperabilidad. Tal y como indican, a cierre del primer semestre de 2024, de los 34.105 puntos de recarga públicos oficialmente operativos, sólo existía información de 20.151.

No obstante, los consumidores advierten que la autonomía y el tiempo de recarga han mejorado gracias a los avances tecnológicos y la competencia en el mercado. Cabe destacar también que la tecnología de los coches eléctricos ha avanzado a pasos agigantados. Y es que las baterías anteriormente mencionadas han mejorado en términos de capacidad y duración, lo que permite ofrecer autonomías competitivas similares a los vehículos diésel o de gasolina.

Con todo ello, el futuro de los coches eléctricos se perfila muy prometedor. La presión constante de los consumidores, arropados por los gobiernos, por reducir las emisiones de carbono, es probable que la aceleración en la venta de los mismos siga esta proyección en los próximos años. Las estimaciones indican que, para 2030, una parte significativa de las ventas de automóviles en muchos mercados podría ser de vehículos eléctricos, contribuyendo a un cambio profundo en la industria y en la forma de pensar sobre el transporte.