Los sectores económicos recetan pedagogía ante los brotes de turismofobia

Los operadores de cruceros, que prevén un verano de récord, se muestran dispuestos a un diálogo constructivo sobre el impacto de este tipo de viajes

Sectores económicos recetan dosis de pedagogía sobre los beneficios del turismo con el fin de no avivar una turismofobia que por ahora ven minoritaria, en un verano que apunta a cifras récord de visitantes. Las imágenes de la manifestación de hace una semana en el centro de Barcelona en la que unos pocos participantes remojaron con pistolas de agua a turistas que estaban en terrazas, con gritos de «Tourists go home!» («Turistas, marchaos»), no agradaron ni al Ayuntamiento de la Ciutat Comtal ni a los sectores económicos que viven del turismo. Tampoco a las entidades ecologistas y vecinales convocantes de la manifestación, que piden poner el foco de la crítica a las administraciones y no al visitante.

En este contexto, el Gremi d’Hotels de Barcelona insiste en hacer pedagogía, para resaltar los aspectos positivos que el turismo tiene para Barcelona en lo económico, laboral, social y cultural, así como para el desarrollo de otros sectores de la ciudad como el científico o el tecnológico.

El Gremi de Restauració de Barcelona resalta que este tipo de acciones contra los turistas provienen de una minoría. Según el director del gremio, Roger Pallarolls, «no hay ningún clamor ciudadano contra el turismo», pues los barceloneses saben de la importancia del turismo para la ciudad y la economía de las familias, comercios y empresas.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha dejado claro que rechaza cualquier muestra de hostilidad contra los turistas y que está determinado a defender el turismo, también de sus propias amenazas, como considera que es el exceso de visitantes.

La directora de la Associació d’Apartaments Turísticos de Barcelona (Apartur), Marian Muro, comparte que se tiene que limitar y descentralizar el turismo, pero para ello reclama «un pacto entre fuerzas políticas» y contar «con todos los agentes públicos y privados que intervienen».

Una de las entidades que organizaron la manifestación del pasado sábado, Ecologistas en Acción, remarca que se instó a los participantes a no atacar a los turistas porque el foco «debe ponerse en las administraciones». «Entendemos que hay muchos pareceres, pero ellos –los turistas– no son la raíz del problema», señalaron fuentes de esta confederación, que reúne a más de 300 grupos ecologistas de España.

Diálogo

Por su parte, los operadores de cruceros prevén un verano de récord, en línea con el conjunto del sector turístico, y se muestran dispuestos a un diálogo constructivo sobre el impacto de este tipo de viajes en la vida de las ciudades. Este año, por ejemplo, está siendo excepcional para MSC por el aumento de la popularidad de los cruceros, que ha elevado el porcentaje de españoles que optaron por ellos desde el 19% del año pasado hasta el 25% de este ejercicio. Su director general en España, Fernando Pacheco, señala que «entiende y respeta» las preocupaciones de las ciudades ante la llegada de cruceristas, y afirma que están dispuestos a adaptar sus operaciones para cumplir con los estándares y expectativas de los sitios en que recalan. Apuesta por un modelo que beneficie a las comunidades y economías locales y se muestra a favor de un diálogo para mitigar cualquier efecto negativo.

El director general en España de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, Alfredo Serrano, ve «con preocupación» el debate sobre el freno al turismo, porque, en su opinión, «se anuncian medidas de corte populista que no van a resolver el problema», aunque entiende «elmalestar legítimo de una parte de la población».

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