Las pensiones subirán en enero por debajo del 3%, unos 35 euros al mes

La caída de la inflación modera su revalorización después de los dos últimos años. La prestación media del sistema sobrepasará por primera vez los 1.300 €

Las pensiones subirán en enero de forma mucho más moderada que en los dos ejercicios precedentes. Aunque faltan aún dos meses para cerrar el dato, se elevarán con carácter general menos de un 3% en 2025, entre un 2,7% y un 2,8%, según estima la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

Es el menor incremento desde 2022 y supone casi una tercera parte del 8,5% que se revalorizaron en 2023. Queda un punto por debajo del alza de este año (3,8%). El motivo es la desescalada de la inflación, que se sitúa por fin por debajo del deseado 2% (en septiembre cayó hasta el 1,5%) e impactará en los más de 9,2 millones de pensionistas cuyas nóminas están vinculadas a los precios.

Si finalmente se revalorizaran el 2,8% que estima Funcas, la pensión media del sistema aumentará unos 35 euros en enero (casi 500 euros en 2025), lo que hará crecer la prestación media del sistema hasta rozar los 1.300 euros, barrera que nunca se ha rebasado hasta ahora. Algo más cada mes tendrán los más de 6,4 millones de jubilados, que verán cómo sus nóminas subirán unos 45 euros, hasta el entorno de los 1.650 euros (los que procedan del Régimen General). Tendrán así un extra el próximo año de 630 euros.

Los autónomos, sin embargo, tendrán que conformarse con un alza de 27 euros mensuales y cobrar 992 euros, 650 euros menos que los asalariados. Por su parte, la pensión de viudedad crecerá de media unos 25 euros hasta los 922 euros (nunca había superado los 900 euros). Algo mayor será el incremento de la prestación por incapacidad permanente, 32 euros mensuales, hasta rozar los 1.200 euros, mientras que la pensión de orfandad aumentará 14 euros (516 al mes), y la de en favor de familiares, 21 euros (764).

Pero habrá un grupo de pensionistas que experimentarán una subida bastante mayor que el 2,8%. Son aquellos que cobran una prestación mínima y no contributiva, un total de 2,6 millones de personas, cuyas nóminas se elevarán muy por encima del IPC ya que así se estableció en la reforma de las pensiones para mejorar las condiciones económicas de este colectivo más vulnerable y garantizarles un ingreso más acorde al coste de la vida. Así, se han aprobado subidas específicas para estas prestaciones desde este año con el objetivo de vincularlas a los umbrales de pobreza a partir de 2027. De esta forma, en 2025 la pensión mínima de jubilación con cónyuge a cargo se ajustará para reducir en un 30% la brecha con el umbral de pobreza para un hogar con dos adultos. Y lo mismo ocurrirá con la cuantía mínima de la pensión de viudedad con cargas familiares y las de pensiones contributivas con cónyuge a cargo.

A su vez las pensiones no contributivas verán un incremento similar para que el 1 de enero de 2025 se reduzca en un 30% la diferencia respecto al 75% del umbral de pobreza de un hogar unipersonal.

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