La inflación vuelve a repuntar al 4,1% tras el espejismo estadístico de marzo
Los precios de la luz y de los combustibles, más caros que hace un año cuando cayeron de forma puntual, aceleran a un IPC repleto de vaivenes
Los precios han vuelto a subir en abril después que en el mes anterior se moderaran con fuerza al compararlos con el récord de hace un año. Una vez superada esa especie de ilusión estadística (en marzo del año pasado la economía vivió uno de los peores momentos de 2022 por el inicio de la invasión rusa de Ucrania), abril ha devuelto a la realidad al consumidor: la inflación se ha situado en el 4,1%, esto es, ocho décimas más que la registrada un mes antes.
Y lo ha hecho precisamente porque en abril del año pasado el Gobierno puso en marcha las primeras medidas del plan anticrisis, como la bonificación de los combustibles; y porque los costes eléctricos se desplomaron puntualmente. Este año, tanto los carburantes como la luz son más caros que entonces y esa situación ha provocado que la inflación se acelere.
En sentido contrario ha tirado el comportamiento de los alimentos y bebidas no alcohólicas, cuyos precios aumentan menos este mes que hace un año. De hecho, la tasa de inflación subyacente, la que excluye los productos más volátiles como la energía o los alimentos no elaborados, se sitúa en el 6,6%, lo que supone un descenso de un punto porcentual.
Con estos registros, la subyacente se sitúa 2,5 puntos por encima del IPC general, lo que constituye su menor brecha desde el pasado mes de diciembre y su menor nivel desde noviembre de 2022. La tasa subyacente sirve a los economistas para determinar hasta qué punto la subida de precios puede ser más duradera (si la subyacente se dispara, implica que toda la economía se contagia de tensiones inflacionistas) o más coyuntural, cuanto más similar al índice general sea. Para el Ministerio de Economía, esta caída de la subyacente se explica «por la ralentización del precio de los alimentos».
No es que hayan bajado sus costes, sino que han subido de forma menos potente que en meses anteriores. Habrá que esperar a mediados de mayo para comprobar cuál ha sido el incremento de la cesta de la compra diaria, cuya tasa se situó sobre el 16% en marzo.
A la espera de los alimentos En este sentido, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha indicado que la caída de la subyacente es un «buen dato», que desde el Gobierno «han conseguido contener». Además, ha apuntado que «es muy buen dato la tendencia a la baja del precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas», en tanto que ha estimado que espera que ahora España «entre en una senda de disminución del precio de los alimentos».
Planas ha insistido que aunque España se encuentra «claramente» por debajo de la media europea, de países como Alemania o Portugal, la bajada de las materias primas tiene que significar una disminución de los precios de los alimentos, que es «lo que señala el INE con los datos avanzados» este viernes.