La financiación lastra a las emprendedoras
Las autónomas que solicitan un préstamo para crear una empresa tienen entre un 10% y un 20% menos de probabilidades de obtenerlo que un hombre
Las mujeres que solicitan un préstamo para empezar un negocio tienen hasta un 30 % menos de probabilidades de obtenerlo que un hombre, una brecha de género en la financiación que sigue lastrando el emprendimiento femenino.
«Se siguen manteniendo estereotipos de género en el proceso de concesión de préstamos», denuncia la responsable del área de Mujer de ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos), Candelaria Carrera, una consideración que comparten asociaciones, instituciones, organismos y también desde el Gobierno.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, también ponía el acento en el tema destacando que aquellas que reciben un préstamo en el año de creación de su empresa tienen menos probabilidades de incumplir en comparación con las empresas dirigidas por hombres.
Las mujeres suponen el 36,8 % del total en España, aunque llevan liderando el crecimiento del régimen de trabajadores autónomos (RETA) desde hace una década: desde 2013 ha aumentado un 14,4% el número de afiliadas, frente a un 6,2 % de varones. El perfil medio de emprendedora es el de una mujer entre los 45 y 59 años, que cuenta con formación específica y que lanza un proyecto en el sector servicios.
Desde la patronal de autónomos UATAE también señalan que el mayor aumento de las autónomas es de nacionalidad extranjera: mientras que en 2023 las emprendedoras españolas aumentaron un 1,8 %, las de otra nacionalidad lo hicieron un 18,6 %.
En este sentido, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz destacaba al respecto que la importancia de que el emprendimiento femenino «sea sinónimo de oportunidad y no de necesidad».
Capitalización del desempleo
Junto a la financiación habitual, las emprendedoras tienen reducciones y bonificaciones de la Seguridad Social, así como ayudas directas al inicio de actividad o acceso a microcréditos sin avales, recuerdan desde las asociaciones.
Pero una de las herramientas más utilizadas en general es la capitalización de la prestación por desempleo, tal y como explicaba esta semana el presidente del SEPE, Gerardo Gutiérrez, con la que perciben en un solo pago una cuantía de 20.000 euros de media. «Es la medida de respuesta de liquidez que el pequeño autónomo tiene con la inmediatez que necesita», señalaba Gutiérrez, ya que apenas tiene un trámite de un mes.
Junto a las brechas de financiación y de ocupación, también persiste en el colectivo la brecha salarial. Según el secretario general de la asociación de autónomos UPTA, Eduardo Abad, el sueldo medio de los autónomos supera los 16.000 euros anuales, mientras que el de las mujeres apenas alcanza los 13.000, algo que «tiene que ver con los tiempos de trabajo y las cargas familiares».
La vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Madrid, explica también esa brecha salarial en el tipo de sector en el que se emprende, ya que las mujeres se centran en proyectos del sector de servicios, de un tamaño pequeño, con pocos empleados, frente a los hombres, que lo hacen con empresas mayores y en industria y construcción. «Además, nos ponemos sueldos bajos, damos preferencia a que cobren todos nuestros empleados y que el proyecto salga adelante en lugar de tener un salario acorde al puesto que estamos ocupando. Ellos, en cuanto hay saldo en caja, sí se ponen el salario más elevado», añade.