El FMI prevé un crecimiento mundial del 3% hasta 2028, el peor dato desde 1990
Georgieva asegura que el dato también está por debajo de la media de crecimiento del PIB global de los últimos 20 años, que se ha situado en el 3,8%
El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicará la semana que viene sus previsiones macroeconómicas mundiales, europeas y españolas, pero este miércoles su directora gerente, Kristalina Georgieva, adelantó que el organismo prevé que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) global se sitúe en el entorno del 3% durante los próximos cinco años, lo que supone las peores perspectivas a medio plazo desde 1990. El dato también está por debajo de la media de crecimiento del PIB global de los últimos 20 años, que se ha situado en el 3,8%.
Durante su discurso de apertura de las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial, Georgieva indicó que esta situación «hace aún más difícil reducir la pobreza, sanar las cicatrices económicas de la crisis del covid y proporcionar nuevas y mejores oportunidades para todos».
El dato no es nuevo, ya que sus últimas proyecciones, publicadas en enero, también arrojaban un crecimiento del 2,9% para 2023 y del 3,1% para 2024. En todo caso, Georgieva ha enfatizado que el crecimiento sigue siendo «débil» si se compara con el histórico, tanto a corto como medio plazo.
En su intervención, Georgieva ha indicado que el objetivo de los políticos debería ser lograr una recuperación «robusta» a corto plazo al tiempo que se establecen los cimientos para un crecimiento «más inclusivo, más sostenible y más fuerte». Así, marcó una serie de prioridades que se deberían seguir. En primer lugar ha situado luchar contra la inflación y salvaguardar la estabilidad financiera, ya que el crecimiento robusto no se puede lograr sin ambas.
En todo caso, Georgieva ha subrayado que los bancos son ahora más sólidos y resilientes que en la crisis de 2008, aunque ha instado a las autoridades a permanecer vigilantes en caso de que haya vulnerabilidaes ocultas en el sector bancario o en el sector financiero no bancario.
La segunda de las prioridades es mejorar las perspectivas de crecimiento a medio plazo. Así, ha instado a las autoridades a elevar la productividad y el potencial de crecimiento mediante reformas estructurales, acelerando la revolución digital y mejorando el entorno de negocios.
La tercera prioridad marcada por la máxima responsable del Fondo es aumentar la solidaridad internacional para reducir los problemas de deuda de los países más pobres.