El Banco de España aumenta tres décimas el crecimiento previsto para 2024, hasta el 3,1 %
La entidad ha mantenido sin cambios la previsión de inflación media en el 2,9 % para 2024 y en el 2,1 % para 2025
El Banco de España ha aumentado tres décimas su previsión de crecimiento económico tanto para 2024 como para 2025, al 3,1 % y al 2,5 %, respectivamente, debido a la fortaleza de la actividad en la segunda parte del año, fundamentalmente del consumo tanto privado como público.
La entidad ha mantenido sin cambios la previsión de inflación media en el 2,9 % para 2024 y en el 2,1 % para 2025, de acuerdo con la actualización de las proyecciones macroeconómicas incluidas en su informe trimestral de la economía española publicado este martes.
La estimación de inflación contempla la reversión completa de la reducción del IVA en los productos alimenticios básicos aprobada a finales de 2022 y la eliminación de los descuentos vigentes al transporte público desde enero de 2025.
El ritmo de avance del producto interior bruto (PIB) se desaceleraría gradualmente después de 2025, hasta una tasa del 1,9 % en 2026 y del 1,7 % en 2027.
El crecimiento en todo el horizonte de previsión se sustentará en el dinamismo de la demanda interna y sobre todo del consumo privado, que será la rúbrica con una mayor aportación al avance de la actividad, debido a la evolución favorable de la renta disponible, del empleo y de la confianza de los hogares, así como del incremento previsto de la población.
La inversión, que sigue siendo el componente de la demanda interna más débil -sobre todo en su vertiente privada-, aumentará su aportación al crecimiento del PIB en los próximos trimestres, resultado de un mayor despliegue de los fondos europeos y de unas mejores condiciones de financiación.
En sentido contrario, se espera que el consumo público, que ha exhibido un notable vigor en 2023 y 2024, modere su aportación al aumento de la actividad en los próximos años.
La aportación de la demanda exterior neta se ha ido reduciendo en los últimos trimestres y sería nula entre 2025 y 2027, según el informe, que contempla una gradual desaceleración de las llegadas de turistas internacionales, aunque con tasas de crecimiento todavía elevadas en los próximos años.
Respecto a la demanda externa, se proyecta una recuperación de las exportaciones de bienes y una moderación de las exportaciones de servicios no turísticos, que han experimentado un auge destacado tras la pandemia, frente a un dinamismo mayor al previsto de las importaciones, en línea con el incremento del consumo interno.
Expansión "robusta" en el cuarto trimestre
La información coyuntural relativa al cuarto trimestre, aún muy parcial, apunta a que la actividad habría mantenido un ritmo de expansión "robusto", por lo que el crecimiento del PIB podría situarse entre el 0,6 % y el 0,7 % intertrimestral.
El Banco de España insiste en "la considerable incertidumbre" que rodea la estimación de estas tasas de avance y hace referencia a la dificultad que reviste la valoración del impacto económico de la dana, que afectó a varias provincias españolas a finales de octubre.
Así, se estima que el impacto sería negativo, pero relativamente limitado en el corto plazo y lo cifra entre una y dos décimas en la tasa de avance del PIB en el cuarto trimestre, mientras que los efectos económicos adversos podrían revertirse durante la primera mitad de 2025.
El empleo moderará su crecimiento
Se espera que la creación de empleo se prolongue a lo largo del horizonte de proyección, aunque a un ritmo inferior al de los últimos trimestres, de forma que se desacelerará desde el 2,1 % de 2024 al 1. Aumentaría un 2,1 % en 2024 al 1 % en 2027.
La tasa de paro continuará reduciéndose gradualmente durante los próximos años, desde el 11,5 % en 2024 hasta el 9,9 % en 2027.
El informe prevé que los salarios en convenio colectivo mantengan subidas anuales de alrededor del 3 %, al tiempo que se moderarán los márgenes empresariales.
Las proyecciones presentadas están sujetas a diversas fuentes de riesgo e incertidumbre, entre ellas el cumplimiento estricto del Plan Fiscal 2025-2028, que implica un ajuste adicional promedio de entre 0,3 y 0,4 puntos porcentuales anuales en el crecimiento del gasto primario neto.
Se prevé que el déficit público cierre en el 3,4 % del PIB en 2024 y que baje al 2,9 % en 2025, en tanto que la deuda acabará este año en el 103,1 % del PIB y en el 102,6 % en 2025.