¿Y tus Nike de dónde vienen?
La historia de Nike es extraordinaria y permite explicar como pocas la globalización y el camino al desarrollo de los países emergentes
Las biografías de empresarios acostumbran a ser lecturas más bien monótonas y saturadas de ego, pero no es el caso de Shoe Dog (traducida como Nunca te pares). Cualquiera con un mínimo interés en el emprendimiento y la economía debería tenerlo en su lista de libros de este verano. El fundador de Nike, Phil Knight, recorre los primeros años de su empresa, desde la fundación hasta la salida a bolsa, justo el periodo anterior al fichaje de Michael Jordan que tan bien retrata la película Air.
Nike es una de las grandes empresas globales de los últimos cincuenta años. Su historia es extraordinaria y permite explicar como pocas la globalización y el camino al desarrollo de los países emergentes.
A principios de los años sesenta su fundador buscaba llevar a los Estados Unidos zapatillas de atletismo y viajó a Japón para visitar posibles proveedores. Lo que acabaría siendo Nike empezó importando zapatillas japonesas con la marca Tiger. En aquel momento Japón era todavía un fabricante low cost que exportaba zapatos, juguetes y pequeños aparatos electrónicos. Los primeros escalones de la escalera al desarrollo.
Veinte años más tarde, a mediados de los ochenta, Nike había crecido y vendía en medio mundo con su propia marca. Recuerdo mi primer par, modelo Wimbledon en azul claro. Si levantabas la solapa aparecía el país de origen de aquellas zapatillas, made in Taiwan.
El año era 1988 y Japón había dejado de ser un país emergente para ser un gigante económico. Sus salarios habían crecido, sus empresas se habían expandido a Estados Unidos y Europa y abandonaban la fabricación de bajo valor añadido. Las fábricas de zapatos, juguetes y electrónica básica se habían trasladado a nuevos mercados con sueldos bajos. Taiwan y Corea del Sur eran en los años ochenta lo que Japón había sido veinte años antes.
Pocos años después Taiwan y Corea sofisticaron sus economías para ser los gigantes tecnológicos que son hoy y empezó el gran despegue de China. Todavía pueden encontrarse algunas zapatillas Nike luciendo el made in China, pero lo más habitual es que la marca fabrique hoy sus productos en Vietnam e Indonesia.
Hay regiones en el interior de China donde los salarios siguen siendo bajos, pero la costa ha seguido el camino de Taiwan para ser una economía innovadora de alto valor añadido que ya no quiere fábricas de calzado. Otros países asiáticos han tomado el relevo.
El camino de las zapatillas Nike, la evolución de sus países de origen, describe la globalización y la razones de su éxito. Países pobres que acogen inversiones industriales gracias a sus bajos salarios, pero que en pocas décadas consiguen evolucionar hacia sectores sofisticados con salarios mucho más altos. Si el riesgo de desglobalización no bloquea esta vía al desarrollo, resulta interesante preguntarse por su evolución. ¿Dónde se fabricarán las zapatillas Nike dentro de diez años? ¡África espera!
Marc Arza es CEO de Startsud Studio