Que el calor del verano no nuble tu previsión financiera
No se debe comprometer el bienestar financiero a largo plazo por un impulso momentáneo
El verano se acerca y con él la emoción de planificar las ansiadas vacaciones. Sin embargo, es fundamental que los jóvenes españoles aborden esta etapa con una actitud reflexiva y realista. Antes de dejarse llevar por la ilusión y reservar ese viaje soñado, es crucial que sean conscientes de su situación financiera y laboral, evitando caer en la tentación de gastar más allá de sus posibilidades. Esta reflexión adquiere aún mayor relevancia en un contexto de inflación como el actual, que inevitablemente genera un incremento en los gastos asociados a los viajes.
Un buen punto de partida es hacerse las siguientes preguntas: «¿Tengo suficientes ahorros para cubrir los gastos del viaje sin comprometer mi estabilidad financiera a largo plazo? ¿Tengo deudas pendientes que requieren prioridad?». Si las respuestas son favorables, se puede avanzar al siguiente paso: establecer un presupuesto realista.
Esto implica determinar cuánto se está dispuesto a gastar y asignar un presupuesto para cubrir los gastos de transporte, alojamiento, comidas y actividades, además de un fondo de emergencia para cualquier imprevisto que pueda surgir en el camino. Los jóvenes deben ser conscientes de que tener un presupuesto claro ayudará a evitar gastos excesivos y tomar decisiones financieras más conscientes.
Una vez establecido el presupuesto, es importante evaluar los compromisos financieros actuales. Antes de hacer las maletas, hay que tener en cuenta algunas obligaciones financieras, como préstamos estudiantiles o deudas pendientes con la tarjeta de crédito, por ejemplo, y asegurarse de tener un plan para cumplir con los pagos mientras se disfruta de las vacaciones. Por ello, es importante mantener las finanzas en orden ya que dará tranquilidad y evitará que los pagos atrasados afecten a nuestra estabilidad económica.
No se debe pasar por alto la importancia de proteger la salud y las pertenencias durante el viaje. Contar con un seguro de viaje que cubra cualquier emergencia médica o pérdida de equipaje es fundamental. Los incidentes inesperados, como la necesidad de atención médica o la pérdida de documentos o pertenencias valiosas, pueden resultar costosos a largo plazo. De este modo, adquirir un seguro adecuado ofrecerá la tranquilidad de saber que estamos protegidos en caso de cualquier eventualidad, ya que los seguros también velan por nuestras finanzas.
En el afán de disfrutar al máximo las vacaciones, también resulta tentador recurrir a préstamos o microcréditos para financiar los gastos en plazos. Sin embargo, es necesario ser cautelosos y asegurarse de tener un plan sólido para pagar el saldo total antes de las fechas de vencimiento. De lo contrario, podrían encontrarse atrapados en una espiral de pagos mínimos y altas tasas de interés que afectarán su estabilidad financiera a largo plazo. Antes de tomar cualquier decisión financiera, es importante pensar en la capacidad de pago que tenemos, evaluar alternativas de financiación más saludables y considerar cómo afectará a nuestra situación económica al regresar de las vacaciones.
Es crucial conocer los peligros del sobreendeudamiento, ya que puede obligarnos a sacrificar otras áreas de nuestra vida financiera, como el ahorro para metas a largo plazo o el pago de otras deudas, convirtiéndose en una trampa financiera difícil de superar. Además, el estrés y la preocupación constantes por estas obligaciones financieras pueden afectar nuestra calidad de vida y bienestar emocional. Por ello, tomar decisiones informadas y responsables en cuanto a nuestras finanzas es fundamental para garantizar un futuro próspero en todos los sentidos.
En aquellos casos en los que la situación laboral sea inestable o haya deudas pendientes, es conveniente priorizar la estabilidad financiera y resolver estas cuestiones antes de embarcarse en un viaje costoso. No se debe comprometer el bienestar financiero a largo plazo por un impulso momentáneo. Si bien los viajes son una excelente manera de relajarse y desconectar de la rutina diaria, también es importante reconocer que la estabilidad financiera y laboral son pilares determinantes para alcanzar objetivos a largo plazo.
No se trata de renunciar a los sueños, sino de encontrar un equilibrio que permita disfrutar de las merecidas vacaciones, sin comprometer nuestro bienestar económico a largo plazo. Si nuestras circunstancias no nos permiten realizar el viaje deseado en este momento, no debemos desanimarnos. Siempre es posible buscar alternativas de viajes que supongan gastos menores o utilizar ese tiempo para fortalecer nuestras finanzas, establecer metas financieras claras y trabajar en el ahorro para disfrutar de un viaje aún más satisfactorio en el futuro.
Andrea Carreras-Candi es directora de EFPA España