Proecoway: Experimentar con renovables en el aula
Desde Cambrils, esta startup diseña, fabrica y distribuye en centros escolares plantas experimentales para desarrollar los conocimientos STEM
Una planta experimental de energías renovables que se monta y desmonta modularmente, pensada para que alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato trabajen en el aula las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Es la propuesta de José Antonio Gavilán (Barcelona, 43 años), al frente de Proecoway, una startup con sede en Cambrils (Baix Camp) dedicada, en sus palabras, al «desarrollo de tecnologías sostenibles con impacto social».
Fundada hace tres años en plena pandemia, el principal producto que han llevado al mercado es su ‘Energy Plant Educativa’, una herramienta pensada para «acercar las energías renovables y la educación ambiental a los alumnos». Mediante un sistema modular, son los propios alumnos de los centros que adquieren estos dispositivos los encargados de «montar la base, la plataforma, el aerogenerador, el sistema de cableado... La idea es que puedan experimentar y aprender a medida que hacen», explica José Antonio Gavilán.
El propósito es que, con retos que varían en función de las edades y los conocimientos científico-técnicos que tengan los alumnos según el curso en el que se encuentren, estas plantas piloto sirvan para fomentar la transversalidad entre las áreas formativas STEM del curriculum académico.
Cada dispositivo cuenta con un aerogenerador, una pequeña estación para mediciones metereológicas, una pequeña planta fotovoltaica y una batería para acumular la energía. Además, están sensorizados y preparados para la IoT (Internet de las Cosas), para el registro y el control en tiempo real de los datos de producción de cada una de las tecnologías que incluye.
El modelo de negocio de Proecoway, muy centrado hoy en el sector educativo, es la venta de estas estaciones a los propios centros como material escolar (igual que se adquieren, por ejemplo, proyectores, monitores o altavoces), con un precio de venta de 2.995 euros más IVA. Cuenta José Antonio Gavilán que «una clase suele interactuar con dos o tres unidades», pero que la amortización de la inversión es viable, «porque se montan y desmontan, y son piezas duraderas».
De momento, la fabricación de estos dispositivos está externalizada, aunque no descarta, en un futuro, «fabricar en el territorio, con tecnología propia». En fase piloto hasta hace bien poco, cuentan ya con una decena de centros en toda España que, a inicios del próximo curso académico 2023-2024, empezarán a usar sus plantas educativas, con entre dos y tres plantas por centro.
Su mercado prioritario son los centros privados y concertados, aunque se encuentran también en conversaciones con diversas administraciones públicas, entre las cuales están la Generalitat de Catalunya y la Generalitat Valenciana.
«Creemos -explica este emprendedor- que la educación ambiental y en energías renovables es imprescindible, y este proyecto nació de la necesidad de aportar y poner mi granito de arena», tras una vida profesional dedicada «a comercializar productos para terceros en otros sectores, pero que no encajaban con mis principios».
El mercado español es su primer objetivo a corto plazo, aunque esperan no tardar mucho en distribuir en toda la Unión Europea.