Plásticos especiales para unos envases más sostenibles

Como químico, Jeroen Rinjtema contribuye al desarrollo de un packaging que facilite el reciclado del plástico que lo compone

La búsqueda de la sostenibilidad es el objetivo personal y profesional de Jeroen Rinjtema (35 años), un químico que hace tres años que trabaja en el demartamento de TS&D-Technical Service and Development (Servicio Técnico y Desarrollo) de Dow en Tarragona. Rinjtema lo define como un área a caballo entre la I+D y la relación directa con el cliente. Él trabaja con el packaging y los special plastics: «productos que podemos encontrar en el supermercado y que se usan también para el transporte de materiales».

«Tenemos dos funciones principales: damos apoyo a los clientes para desarrollar nuevos productos y trabajamos en colaboración con el departamento de I+D para también desarrollar nuevas estructuras». Uno de los objetivos detrás de esta rutina es el Design for Reciclability.

«Lo que hacemos es rediseñar los envases que se encuentran en el supermercado para hacerlos de un solo material y que así sea más fácil reciclarlos. Mi equipo se centra en el polietileno; si lo hacemos, bajamos los residuos generados y nuestra huella de carbono». Lo resume de forma más sencilla: «Trabajamos para que los productos incorporen más material reciclado».

Esta tarea hecha desde Tarragona, apunta Rinjtema, se nota más allá del polígono petroquímico y de nuestras fronteras: «El mayor impacto es que las propuestas que hacemos se aplican en Europa y África». Rinjtema trabaja, en su día a día, con clientes de estos dos continentes y con compañeros de su empresa en otras plantas de Países Bajos, Alemania o Italia: «Es un trabajo con un componente internacional». Y de vez en cuando, el cumplimiento de las tareas requiere que él y otros miembros del departamento tengan que viajar para conocer de primera mano las necesidades del cliente y así poder hallar una solución más eficaz.

Para llegar a este puesto, ha estudiado Química en Países Bajos, su país de origen, y además ha finalizado un doctorado en la Universitat Rovira i Virgili, por eso lleva unos diez años en Catalunya. Mientras elaboraba su tesis, y antes de empezar en Dow trabajó en el Institut Català d’Investigació Química (ICIQ). «Me decidí por este grado porque yo quería aplicar mis conocimientos y traer mejoras a nuestra sociedad. Y ahora tengo esta oportunidad».

Rinjtema empezó en el departamento de Servicio Técnico y Desarrollo con el cargo que tiene ahora. Pero, según apunta él mismo, esta no es la única manera de llegar a su puesto, ya que se puede hacer a través de otros caminos profesionales.

La meta de su equipo es la sostenibilidad, pero el camino hacia ello no siempre es evidente. «Yo he aprendido ahora a reciclar», asegura, tras entrar en contacto profesional con este campo. «No siempre es tan fácil saberlo. El 30% de lo que tiramos al contenedor amarillo son materiales que no deberían ir allí», explica.

Jeroen Rinjtema destaca tres capacidades importantes para todos aquellos que quieran seguir un camino profesional similar al suyo: «conocimientos técnicos», para que la relación con I+D sea fluida; saber y conocer las necesidades del mercado, sobre todo para facilitar el contacto con cada uno de los clientes; y «creatividad», para conseguir hallar soluciones a todos los problemas detectados. Ese es el único camino posible, entiende, hacia la innovación.

Este químico relaciona todas estas habilidades con un concepto también necesario en todas las personas que quieran optar a un trabajo como el suyo: la ciencia. «Para llegar a alcanzar la sostenibilidad, que es el objetivo, solo podemos llegar a través de la ciencia, que es siempre el motor del desarrollo y de la innovación».

El perfil

- Nombre: Jeroen Rinjtema

- Edad: 35 años

- Ocupación: Químico (senior del TS&D)

- Años de experiencia: 3 años, con una trayectoria previa como investigador

- Banda salarial: Según el Convenio General de la Industria Química, el salario base mínimo garantizado de un químico del grupo profesional 7 es de 38.848 euros brutos al año.

Qué hay que estudiar

Para este trabajo se tiene que cursar el grado universitario en Química, que se puede complementar con un doctorado. Aunque no solo son necesarias las competencias técnicas; también se busca conocimiento sobre las necesidades del mercado, creatividad y compromiso con la sostenibilidad.