Olave Vermouth: el vermut del Renacimiento
Desde El Morell, Olave Vermouth produce unos destilados que ponen énfasis en los botánicos, todos del territorio. Su etiqueta y su filosofía tienen el sello de este movimiento artístico con el que también buscan proyectar el vermut
Rondaba el año 2014 cuando Oriol Abella Teichenné, con una larga trayectoria en el sector empresarial y una familia ligada al mundo de la enología, decidió crear su propia marca de vermuts con una fórmula única que pusiese el énfasis en el territorio.
Olave Vermouth se elabora en El Morell. Desde sus inicios producen tres variedades con base de absenta y distintos coupages de uvas blancas: el rojo clásico, con un par de meses de maceración y tres meses de barrica; el blanco, con tres meses macerando en más más de 80 botánicos, seis meses en barrica y dos de reposo; y el Olave reserva, considerado el mejor vermut de Catalunya por los premios Vinari 2020 y Vinari de Oro al mejor vermut reserva, además del premio al mejor vermut para coctelería en 2017. Fino, equilibrado, con un sabor intenso y elegantes aromas.
Aunque desde la marca defienden que lo interesante es probar el producto y jugar con los sabores que gusten a cada uno, Félix Molina, portavoz de la marca, apuesta por «algo que no se hace actualmente: los maridaría con mejillones. Particularmente, creo que nuestros vermuts son perfectos para el pescado natural, que tenga ese sabor salado del mar. No obstante, dan mucho juego y nosotros hacemos muchos cócteles, e incluso, postres con los vermuts Olave».
Los precios oscilan entre los 7 y 12 euros para unos vermuts cuyo acento se posa en los botánicos, todos de la zona, lo que les aporta un marcado carácter mediterráneo. «Producimos diez veces más de lo normal en una marca joven. Tenemos una presencia fuerte, pero estamos todavía a un 70% de lo que producen las grandes marcas», explica Molina, quien asegura que su mercado es el nacional, con ventas potentes en el norte y una entrada prudente en el sur, «porque elaboran con base Pedro Ximénez y es algo más difícil acceder».
Pero el mercado internacional no se queda atrás: «Holanda es el país donde más se consume Olave, pero vendemos prácticamente en toda Europa y saltamos a Colombia, Cuba, Chile... además, recientemente hemos conseguido entrar en el mercado americano».
Aún así, Molina asegura que todavía, a nivel de consumo, «por cada diez cervezas que se piden, uno es un vermut». Por eso, desde Olave Vermouth apuestan por «dinamizar y exponer el concepto territorial» y creen en la actualización de la comunicación. Tienen un mensaje claro: «para nosotros el vermut sigue siendo ese momento bohemio de unión que es también punto de encuentro entre tradición y gastronomía», pero reflejándose con un público joven, elegante y «femenino».
«Olave es el ejemplo magnífico de la cultura japonesa: es el equilibrio perfecto entre el pasado, presente y el futuro del vermut. Somos el renacimiento del vermut».