Los seguros se disparan

El sector asegurador creció un 20,27% en los nueve primeros meses del año, con las primas de vida acumulando un incremento del 44,09%

El sector asegurador podría cerrar este año con una cifra récord de facturación. En los nueve primeros meses de 2023, los ingresos por primas de las aseguradoras en España se situaron en 57.273 millones de euros, lo que representa un aumento del 20,27% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de Unespa, asociación con cerca de 200 aseguradoras y reaseguradoras, que aglutina alrededor del 96% del volumen de negocio asegurador en el mercado español.

Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por las pólizas de vida, cuyos ingresos por primas crecieron un 44,09% interanual, hasta situarse en los 25.112 millones de euros. El ramo de no vida, por su parte, experimentó un crecimiento del 6,52% respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando en septiembre los 32.162 millones de euros.

Preguntada por el Diari de Tarragona, esta asociación empresarial explica los motivos de la importante subida en la facturación del ramo de vida, que vincula a los últimos cambios en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE): «Todas las grandes líneas de negocio muestran un sólido desempeño, si bien el ramo de vida se está beneficiando del escenario de subidas de tipos de interés. También en el negocio de no vida la evolución de la facturación ha sido positiva en todas sus modalidades, destacando seguros de salud y coberturas para empresas».

«El incremento del ramo de vida -prosiguen desde Unespa- responde al crecimiento de los seguros de vida ahorro, que hasta septiembre elevaron un 57,6% sus ingresos por primas, un 4,9% el ahorro que gestionan y un 3,5% el número de asegurados. Detrás de este impulso se encuentra la subida de tipos de interés, que aumenta el atractivo de productos de ahorro de rentabilidad garantizada a vencimiento».

Así, «con tipos de interés más altos -añaden-, las entidades están en disposición de ofrecer a los clientes productos con rentabilidades más atractivas. Esta circunstancia ha impulsado la contratación de productos como las rentas vitalicias, los PIAS o los seguros de ahorro vinculados a activos, que han visto crecer el número de asegurados y, consecuentemente, los ingresos por primas».

Una dinámica que lleva a estos portavoces de Unespa a vaticinar que, «de seguir esta tendencia, el sector asegurador podría cerrar 2023 como un año récord en ingresos, fruto de una buena gestión y del resurgir del ramo de vida ahorro tras años de bajos tipos de interés».

El análisis de Unespa coincide con el que llevan a cabo profesionales del sector como Àlex Mestre, presidente del Col·legi de Mediadors d’Assegurances de Tarragona, que señala que «el sector bancario no remunera ni da resultados en las imposiciones, con lo cual un buen lugar para invertir es el sector asegurador, mediante los famosos ‘unit linked’, que son fondos de inversión vinculados a seguros».

Fèlix Oliva, CEO de Protego, consultoría y correduría de seguros con sede en Reus especializada en el sector empresarial, corrobora este análisis: «Los bancos están monopolizando el ramo de vida, que venden carísimo, triplicando las primas de las aseguradoras».

De hecho, el sector bancario hace ya muchos años que entró con fuerza como un operador destacado en el negocio asegurador, con no pocas tensiones en su trayectoria a consecuencia de algunas prácticas comerciales que han llegado a generar jurisprudencia.

«Yo no consideraría que el sector financiero sea un intruso -reflexiona Àlex Mestre, del Col·legi de Mediadors d’Assegurances de Tarragona-, porque son un operador más, pero las prácticas de ejecución de mercado que han llevado a cabo se ha demostrado que no eran las debidas, y hay literatura al respecto en términos de abuso y tácticas de venta, con medidas de imposiciones y desinformaciones, que han sido ilegales. La jurisprudencia está dando la razón a los ciudadanos».

«Pero a los mediadores -añade este profesional del sector asegurador-, la banca no nos da miedo. Nos molestan las malas prácticas y los abusos que hacen de su poder, imponiendo seguros sin cumplir con los requisitos que marca la ley. Porque durante años, en el sector financiero, cuando los tipos de interés eran los que eran, la vía para la obtención de dividendos se ha producido principalmente en el sector asegurador. Ha sido la herramienta que ha utilizado para seguir manteniendo sus volúmenes de dividendos e ingresos».

Nuevos retos

La espectacular subida de los seguros de vida no es, sin embargo, todo lo que se está moviendo hoy en el sector asegurador. Y es en el ramo de no vida donde, con un crecimiento más modesto, se están dejando ver ya algunos retos de calado que marcarán el futuro de este sector durante los próximos años.

Lo explica Fèlix Oliva, de Protego, que señala en primer lugar el comportamiento diferenciado de los seguros de automoción, que han experimentado una subida de primas muy alta a consecuencia de «la aprobación de unos baremos de indeminización común en toda Europa, que ha hecho subir enormemente estas indemnizaciones y, por lo tanto, ha provocado que la prima aumente».

«Otro factor -añade Fèlix Oliva- que contribuye a la subida de estas primas es la liberación de las autopistas, que ha provocado un aumento enorme de la siniestralidad. Todo junto hace que ninguna compañía esté intentando hoy captar clientes en auto».

«Pero quitando los seguros auto -prosigue el CEO de Protego-, en no vida se observa el fenómeno de muchas industrias a las que les faltaban medidas de seguridad suficientes en materia de incendios, lo que hace que muchas sean inasegurables y otras deban afrontar primas muy altas».

Por último, el aumento de «catástrofes naturales, la Covid y las guerras, que por ejemplo hacen que ya no se asegure el transporte en Ucrania -enumera Fèlix Oliva-, ha llevado a que las compañías de reaseguro [que asumen buena parte del riesgo de las compañías aseguradoras] pierdan mucho, con lo cual se ven obligadas a subir primas para compensar. Si a esto le añades el IPC, es una tormenta bastante perfecta».

«Para los corredores de seguros es un buen momento -admite Fèlix Oliva-, pero está siendo durísimo y dificilísimo, porque te encuentras con muchos clientes que no se pueden asegurar, junto a catástrofes meteorológicas con coberturas que ya no se dan. Coberturas que antes no tenían franquicia, ahora la tendrán: en hogar, en comunidades... por fenómenos como el viento o las inundaciones. Tenemos una subida muy fuerte, ligada a un futuro climatológico muy complicado».

Desde el Col·legi de Mediadors d’Assegurances de Tarragona, su presidente, Àlex Mestre, abunda en este reto: «Hemos de asumir que el calentamiento global comporta la entrada del mar hacia el interior, con lo cual la línea de costa está seriamente comprometida. A nivel asegurador, esto genera conflictos. ¿Tiene sentido asegurar una cosa que ya no podrás reconstruir o reparar? Considero que no tardaremos en ver viviendas en primera línea de costa, o zonas como el barrio marítimo del Serrallo, que pueden ser muy complicadas de asegurar en quince o veinte años».

«La parte positiva -contrapone Fèlix Oliva, de Protego- es que hemos detectado que hay una concienciación en las empresas respecto a que asegurarse es importante. En la industria están mentalizándose, y estamos encontrando un cambio de interlocución».

Àlex Mestre, del del Col·legi de Mediadors d’Assegurances de Tarragona, comparte el análisis: «En general, el sector retail de pequeño cliente y consumidor ha seguido con la dinámica de siempre, pero no así en el sector industrial, donde cada vez es más difícil obtener coberturas a precios similares a los de años anteriores».

«Tenemos un problema -explica Àlex Mestre- con el sector de la gestión de residuos, con la economía circular, donde hay graves problemas para asegurar a empresas que se dedican a ello, lo que nos obliga a ir a buscar seguros incluso en el extranjero. También en el agroalimentario está habiendo problemas para asegurar instalaciones con paneles sandwich, por el riesgo de incendio».

«A nivel empresa -resume Àlex Mestre-, es un sector que ha entrado en un ciclo duro. ¿Puede haber comportado que alguien se haya quedado fuera del mercado? Mi respuesta sería que sí. O, si no, con pólizas inadecuadas, para cumplir el expediente, pero sin la cobertura que te conviene».