La Incubadora TIC sigue creciendo
El programa de incubación de ‘startups’ de base tecnológica impulsado por Redessa, en Reus, cierra su segunda edición con el acompañamiento de 13 proyectos y una jornada de financiación para emprendedores
La Incubadora TIC de Redessa, con sede en Reus, cerró esta semana su segunda edición con la celebración de un Demo Day en el que participaron once de los trece proyectos participantes. Se trata de las once propuestas que han llegado a la fase final de este programa de incubación empresarial con un producto mínimo viable, de los cuales tres buscaron financiación en sus presentaciones, por un importe conjunto de unos 2 millones de euros.
Junto a los once proyectos participantes en el Demo Day celebrado en firaReus Events, otros tres proyectos pertenecientes a la primera edición de este programa de incubación empresarial se dieron a conocer entre los asistentes, entre los que se encontraban representantes de Sabadell BStartup, Scale Lab de Crèdit Andorrà, Startsud Studio, ACCIÓ, Fundació URV, Clúster TIC y Pimec Baix Camp, entre otros.
«El balance de esta segunda edición de la Incubadora TIC es muy positivo», explica Albert Boronat, gerente de Redessa. «Las empresas participantes -prosigue- venían con una idea de negocio, pero han hecho una valoración altísima de la labor de nuestros consultores en ayudarles a abrir la mente para encontrar nuevas formas de escalar esos negocios y en acompañarles, porque hay el riesgo de que abandonen».
«La mayoría de estos emprendedores -argumenta Boronat- tienen una idea clara y un espíritu emprendedor, pero tirar adelante cuando tienes otro trabajo, en el caso de muchos emprendedores part time, es complejo, y es fácil abandonar. Lo que hacemos nosotros es no dejarles que abandonen».
La clave para eso es marcar objetivos y exigir su cumplimiento, introducir procesos y método en ese emprendimiento. «Si no tienes un calendario y un acompañamiento, lo dejas -explica Albert Boronat-, y por eso hacemos ‘trajes a medida’ y no podemos acompañar a más de quince o veinte proyectos por edición».
Salida al mercado
De las once startups de la segunda edición de la Incubadora TIC que han participado en el Demo Day, siete de ellas ya tienen un producto o servicio en el mercado, mientras que las restantes cuatro están en una fase previa a la salida al mercado, desarrollando pilotos e identificando potenciales clientes. En cuanto al personal, en estos momentos, los proyectos están integrados por 57 profesionales, 30 de los cuales han sido contratados durante el período de mentoría de la Incubadora TIC.
Los objetivos que se han fijado estas startups son diversos. Desde proyectos que prevén quintuplicar la facturación y alcanzar el millón de euros en 2023, a otros que se marcan como prioridad la captación de clientes y financiación, con previsión de duplicar sus cifras durante 2023.
Una vez cerrada esta segunda edición de la Incubadora TIC, el equipo de Redessa está trabajando ya en la edición de 2023. «Hemos arrancado ya con la fase de captación de proyectos de la tercera edición -explica Albert Boronat-, que mantendremos hasta enero, y que queremos llevar a cabo entre enero y junio con una primera convocatoria y, entre julio y diciembre, con una segunda convocatoria».
La extensión de este programa de incubación empresarial a lo largo de todo el año 2023 (en lugar de los seis meses de las dos primeras ediciones), duplicando el número de convocatorias, es una de las principales novedades de cara al futuro, que atestiguan la consolidación y maduración de esta propuesta.
Además, durante todo el año, las startups interesadas en participar en este programa podrán acogerse a la convocatoria híbrida con un bootcamp formativo exclusivamente online, que les permitiría incorporarse a cualquiera de las dos convocatorias si llevan poco tiempo iniciadas.
La segunda gran novedad de cara a la nueva edición de la Incubadora TIC es la creación de una vertical dedicada exclusivamente a las tecnologías alimentarias o foodtech. Se trata de un sector que, según datos proporcionados por Redessa, ha experimentado un crecimiento de las inversiones en España de un 220% en el último año, especialmente en el ámbito de la distribución, la proteína alternativa y la digitalización de la agricultura.