El ginecólogo que lleva la profesión en la sangre y en el corazón
El doctor Jordi Sentís, jefe de servicio de Tocoginecología de la Xarxa Santa Tecla, siente que su especialidad es completa y gratificante
Cuando la pasión personal y la tradición familiar convergen, se crea una devoción única hacia la profesión, donde el compromiso por el oficio se enriquece con el legado y la experiencia transmitidos de generación en generación. Este es el caso del doctor Jordi Sentís, quien encontró su camino en la ginecología, primero, por un genuino interés en el cuidado de la salud, y, también, por una arraigada herencia familiar.
Después de crecer rodeado de historias y experiencias de su abuelo, su padre y su tío en el mundo de la especialidad médica y quirúrgica que estudia el sistema reproductor femenino, decidió seguir los pasos de sus predecesores y, entre los años 1990 y 1996, estudió la carrera de medicina en la Universitat Rovira i Virgili. Al finalizarla, se incorporó como médico residente al Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, donde estuvo 4 años haciendo la especialidad de ginecología.
«Escogí ginecología porque pienso que es una especialidad muy bonita, muy completa y muy gratificante. Los médicos, normalmente, tratamos enfermedades, pero los ginecólogos, aparte, podemos asistir a un proceso de la vida bonito como lo es el embarazo y el parto», explica Sentís.
Una vez completó la formación en la especialidad, en 2002, volvió a su Tarragona natal a trabajar en la consulta privada familiar, Centre Mèdic Sentís, y en el Hospital Sant Pau i Santa Tecla. Comenzó como médico adjunto en el servicio de ginecología, y desde hace diez años ocupa el cargo de jefe de servicio de Tocoginecología de la Xarxa Santa Tecla.
Afirma que la ginecología es una especialidad muy diversa y amplia. El Hospital de Santa Tecla ofrece una cobertura de, prácticamente, todos los servicios relacionados con la ginecología, es, por tanto, que «no todos los días son iguales en el trabajo», explica el doctor. «Hay días que hacemos consulta, días que tenemos quirófanos, días que hacemos ecografías, guardias o asistencia a los partos, que esto no tiene ni días ni horas». Precisamente esto es lo que más le gusta de su trabajo: «Tener la posibilidad de hacer cosas diferentes». En este sentido, Sentís confiesa que, aunque es una actividad físicamente más dura y cansada, operar es lo que más le satisface.
La medicina es un campo que está en constante evolución. Los avances tecnológicos, las técnicas quirúrgicas y fármacos nuevos requieren que los médicos se actualicen continuamente. Esto motiva enormemente a Sentís. «Hay determinadas situaciones que hace unos años no podíamos solucionar o que no tenían tan buen pronóstico y hoy en día lo tienen», explica.
Un ejemplo es en la ginecología oncológica, una de las ramas a las que más se dedica: «Hemos visto un cambio importante en el cáncer de ovarios. Mujeres que tenían una supervivencia de máximo 2 años, ahora están teniendo una supervivencia, gracias a la cirugía y a nuevos fármacos, de hasta 7 años, y esto, a los que lo hemos visto cambiar, nos satisface mucho saber que a una paciente le puedes ofrecer más vida».
Sentís asegura encontrarse muy a gusto en su puesto de trabajo, destacando la parte agradecida y gratificante. «Lo bonito de nuestra profesión es que ayudas a las personas», subraya. Un servicio de médicos requiere la continua renovación de su equipo. El doctor Sentís anima a los jóvenes a introducirse en esta profesión «siempre y cuando les guste». Resalta que, aunque hay días más difíciles que otros, «siempre he dicho que tengo la suerte de que en mi trabajo me lo paso bien, a mí venir a trabajar me gusta».
El perfil
Nombre: Jordi Sentís
Edad: 52 años
Ocupación: Jefe de servicio de tocoginecología de la Xarxa Santa Tecla
Años de experiencia: 22
Banda salarial: El salario de referencia según el convenio del SISCAT de un médico especialista junior es de 54.773 euros brutos al año. Este importe puede incrementar según experiencia y otros pluses.
¿Qué hay que estudiar?
Para optar a este trabajo es necesario haber cursado un grado universitario de medicina, así como la especialización concreta en ginecología. Además, se tiene que superar el examen MIR (Médico Interno Residente), una oposición de carácter nacional que se convoca de forma anual.