Desempleo y talento: ¿amigos y aliados?
Por: Gemma G. Gasulla. Miembro del Comité Ejecutivo del Col·legi d’Economistes de Catalunya en Tarragona
La relación entre el desempleo, la formación y el talento en nuestro país es compleja y requiere un análisis profundo.
La tasa de paro actual en la provincia es del 13,4%. Aunque esta cifra refleja una mejora, sigue siendo preocupante y debería motivarnos a actuar de manera decidida. Analizando en detalle esta cifra, el indicador del paro de larga duración nos habla de un 48,82%, que como apuntaba Pimec en su último informe, tiene graves consecuencias en este mercado de trabajo cambiante que vivimos. Escenario que empeora por la desconexión entre las necesidades del mercado laboral y las habilidades disponibles en la fuerza de trabajo.
Además, el 64% de nuestras empresas asegura que no encuentra los perfiles con las habilidades y competencias requeridas para los puestos de trabajo que deben ocupar (doble problema: formación y crisis actual de habilidades). Una crisis de habilidades que indica que el 50% de la fuerza laboral de todo el mundo debemos formarnos y mejorar, ya que si no, estaremos hablando de una pérdida de PIB mundial de hasta 15 billones de dólares de aquí a 2030, según un estudio del World Economic Forum.
Todos jugamos en estos resultados. Ciudadanía, empresa, gobierno y academia (ejes de la cuádruple hélice). El gran problema es que todos jugamos pero lo hacemos descoordinados y sin ninguna estrategia clara y común. Por lo tanto, es imperativo y urgente que emprendamos acciones coordinades y contundentes para abordar esta problemática de manera integral.
Ahora que hemos puesto una base y tenemos datos que nos pueden situar, mejor o peor, en la situación actual, toca hacer propuestas reales y decididas que puedan tener un impacto positivo en todo ello:
1. Sabemos que vivimos una era donde el talento es un bien escaso, donde las habilidades están en crisis y donde la descoordinación entre las partes implicadas está a la orden del día. Aquí nuestros gobiernos deben jugar un papel estratégico esencial:
Creando, desarrollando e invirtiendo en iniciativas innovadoras que incentiven el cambio en todos estos actores, facilitando el acceso a la información, apostando por nuevas iniciativas que mejoren la coordinación entre todos, impactando en el mercado de trabajo, en los datos y en cómo evolucionan (riqueza y competitividad empresarial) y en el talento (desarrollo de las habilidades y mejora de la productividad).
2. Impulsando programas formativos que se adapten al mundo cambiante hiperVUCA. Programas que no solo formen en conceptos, sino que apuesten por la orientación (descubriendo la realidad empresarial y las opciones existentes), así como por la inserción, ayudando al contacto con el mundo laboral (desde unas prácticas bien coordinadas entre todas las partes hasta facilitar el contacto con el mercado laboral). Países como Singapur o Alemania apuestan por centros de formación que suman a las instituciones de educación superior tradicionales programas de recompensa-aprendizaje (earn&learn), unidades de aprendizaje permanente y colaboraciones más sólidas entre empresa-gobierno.
En conclusión, la formación y el desarrollo del talento son claves para combatir el paro. Se necesita una acción decidida y coordinada de todos los actores implicados para crear un ecosistema laboral dinámico y resiliente. El futuro de nuestro territorio depende de nuestra capacidad para transformar el desempleo en oportunidades, convirtiendo cada reto en un trampolín hacia la innovación y el crecimiento sostenible.