Celler Herència Altés, el vino como protector del entorno
Esta bodega de Gandesa ha impulsado un proyecto medioambiental bajo criterios ecológicos y de sostenibilidad
Ir más allá de la elaboración de vinos, pensando en la actividad principal como protectora y mantenedora del propio entorno que la ha generado. Entender el vino como protector de las personas, de la biodiversidad, del paisaje, de la tradición, de la cultura, de todo aquello que, siendo local, se convierte en patrimonio universal a preservar.
Este es uno de los grandes objetivos del proyecto impulsado por el Celler Herència Altés de Gandesa, ganador esta misma semana del Premi BBVA a la Innovació Empresarial de Tarragona, organizado conjuntamente con el . Un trabajo medioambiental de mejora paisajística que se ha elaborado entorno a la finca ‘Lo Grau del Inquisidor’ y que se ha diseñado partiendo de la base de la filosofía y los valores ambientales que quiere transmitir la bodega, basados en criterios ecológicos y de sostenibilidad.
El proyecto Herència Altés parte de la premisa de entender la viticultura como una actividad paraguas o benefactora del ecosistema mediterráneo, que implica la custodia del paisaje, la cultura y la biodiversidad, sintetizando así el concepto de ‘vino protector’.
Según destacaba Núria Altés el pasado jueves, nada más recoger el Premi BBVA a la Innovació Empresarial, «siempre hemos tenido claro que la agricultura ecológica era clave en nuestra viña, pero queríamos ir más allá. Por eso creamos este proyecto medioambiental. Ahora el reto de futuro es minimizar nuestra huella de carbono, una inquietud que hemos tenido desde el principio».
Para intentar conseguir este objetivo, Herència Altés se ha convertido en miembro de la (IWCA), una asociación formada por 37 bodegas de todo el mundo. Para formar parte de ella, las bodegas tienen que comprometerse a disminuir su huella de carbono hasta llegar a 0. En este sentido, Núria Altés recuerda que «te hacen una auditoría externa, donde te calculan desde el coche que utilizo yo para llegar hasta la bodega, hasta el impacto del tractor que trabaja en los viñedos».
Energía solar
Además, para formar parte de la IWCA, la bodega también tiene que comprometerse con utilizar un porcentaje concreto de energía renovable. En este sentido, Altés destaca que «nosotros somos una bodega autónoma, que funciona con energía solar y no se conecta a la red».
En una primera fase, en agosto de 2016, se construyó una instalación capaz de llegar a cubrir entre un 50 y un 55% de la energía eléctrica que se estaba consumiendo con energía solar. En una segunda fase, en junio de 2019, se llevó a cabo una ampliación que permitió aumentar significativamente este porcentaje.
La viticultura ecológica es la base del trabajo diario en las fincas de Herència Altés. En todas las decisiones que toman, la conservación y el mínimo impacto al entorno son determinantes. Siempre se planifican las nuevas plantaciones respetando la orografía, evitando las afectaciones del paisaje y manteniendo o creando reservorios de biodiversidad, en los que asegurar la presencia de fauna y flora autóctona. La implicación con los productores locales es total por lo que, además de la producción propia, Herència Altés también elabora vinos a partir de la uva producida por viticultores locales.
Esta bodega también colabora con la Escola de Capacitació Agrària de Gandesa, con un programa de formación continuada a través del cual los alumnos de esta escuela hacen sus prácticas en Herència Altés.