Tarragona acogerá una colonia para la reintroducción del buitre negro
Los primeros seis ejemplares se han colocado en una jaula de aclimatización en las montañas de Els Ports y estarán controlados entre seis y 10 meses en esta zona de Terres de l’Ebre
La provincia de Tarragona tendrá una colonia de buitres negros que en un plazo de cinco años prevé tener medio centenar de ejemplares. Para llegar hasta esta meta y asentar esta base en la provincia, este miércoles, 18 de diciembre se han introducido los primeros seis ejemplares que forman parte del proyecto de reintroducción de esta especie en el Parc Natural de Els Ports, en Terres de l’Ebre.
Se trata de seis ejemplares procedentes del centro de recuperación de fauna silvestre del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA). El objetivo del proyecto es mejorar la conservación de la especie en Catalunya y facilitar el corredor biológico entre las colonias ibéricas y las del resto de Europa y Asia.
El proyecto de reintroducción del buitre negro supondrá la recuperación de una especie extinguida y contribuirá al restablecimiento de procesos ecológicos cruciales que llevan a cabo los buitres, lo que mejorará la biodiversidad y el estado de conservación ecosistémico de este espacio protegido.
Los buitres se han instalado en la jaula de aclimatación que el parque construyó el año pasado con la financiación europea del fondo Next Generation. En estas instalaciones permanecerán entre seis y diez meses para asociar el territorio con la disponibilidad de alimento y la presencia de congéneres. Esto incrementará las posibilidades de asentamiento y fijación de la colonia, una vez que los buitres sean liberados y estén en proceso de adaptación a la vida silvestre.
Durante este periodo, los buitres negros no podrán tener contacto visual con las personas; se les hará seguimiento mediante cámaras y puntos de vigilancia y control que los animales no podrán percibir.
En total, se prevé la aclimatación y liberación de unos cincuenta buitres negros en los próximos cinco años. Serán ejemplares rescatados y acogidos en centros de recuperación de fauna silvestre de la península ibérica y de cría en cautividad. El objetivo es que algunos de estos individuos, al alcanzar la edad adulta, se instalen en el territorio de liberación o regresen tras haberse dispersado.
Para favorecer el asentamiento de esta nueva colonia, también se contemplan otras actuaciones, como la creación y mantenimiento de puntos de alimentación suplementaria, la instalación de réplicas de buitre negro y plataformas artificiales para estimular la nidificación en las primeras parejas, así como acciones centradas en la divulgación y educación ambiental dirigidas a la población local.
Un corredor biológico
El buitre negro desapareció de Catalunya y de gran parte del continente europeo entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Las principales causas de su desaparición fueron la persecución directa, el envenenamiento, la fragmentación del hábitat y la pérdida de recursos tróficos, entre otras.
Las cuatro especies europeas de buitres —el buitre leonado, el buitre negro, el quebrantahuesos y el alimoche— se complementan en la eliminación rápida y eficiente de todo tipo de animales muertos, limitando la propagación de enfermedades bacterianas. Por lo tanto, su función es fundamental para los ecosistemas.
Francia inició, en 1992, las primeras reintroducciones de este ave rapaz en Europa. Hoy en día, están en marcha diversos programas de reintroducción y refuerzo en la Sierra de la Demanda, el Parque Natural del Alto Tajo y Bulgaria.
En Catalunya, en 2007 se inició la reintroducción en el Prepirineo leridano, concretamente en la Reserva Nacional de Caza de Boumort y en la montaña de Alinyà. Este proyecto cuenta actualmente con 18 parejas reproductoras y 62 ejemplares, que conectan las poblaciones del sur de Francia con las de la península.
En 2020, un estudio de viabilidad elaborado por el GREFA concluyó que el Parc Natural de Els Ports tiene un hábitat ideal para acoger una población reproductora de buitre negro. Este espacio natural protegido, incluido dentro de la red Natura 2000 “Sistema prelitoral meridional”, cuenta con 35.050 hectáreas de montaña muy bien conservadas, con zonas tranquilas y grandes árboles, ideales para la nidificación y supervivencia de estas espectaculares aves carroñeras.
De hecho, son frecuentes las observaciones de individuos en dispersión, algunos de los cuales, marcados con emisores GPS, proceden de Boumort o de la Sierra de la Demanda. Así, la ubicación geográfica de las montañas tarraconenses, al sur del sistema Ibérico, facilitará la conexión natural entre las colonias del Prepirineo y las del centro de la península ibérica, consolidando el corredor biológico entre Europa y Asia, estratégico para la conservación de esta especie amenazada.