La Generalitat se queja de los controles de la Guardia Civil en Tarragona
El Departament d’Interior ha enviado una carta a Marlaska por la vigilancia que ha realizado la Benemérita en L’Ametlla de Mar últimamente
El Departament d’Interior de la Generalitat de Catalunya ha enviado una carta de queja formal al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por los últimos controles policiales que la Guardia Civil ha hecho en la AP-7 en l’Ametlla de Mar.
Según la Generalitat, estos controles se hacen sin suficiente aviso previo ni a Mossos d’Esquadra ni al Servei Català de Trànsit (SCT), y en puntos donde suponen un riesgo, puesto que es un tramo de dos carriles con una alta densidad de tráfico.
Los últimos ejemplos han sido el Domingo de Ramos, que provocó 8 kilómetros de colas, el Domingo de Pascua, con 4 kilómetros, o este jueves, cuando hubo un accidente en la zona. La Guardia Civil dice que los controles son normales según sus competencias.
El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha dicho a TV3 que no entienden la «discrecionalidad» y que «de repente salgan controles como setas». «Hace días que lo decimos, pero ahora le hemos dicho formalmente al ministro que no puede ser, y que si hablamos de coordinación, esto es esencial», ha remarcado.
En la carta dirigida al ministro Marlaska, el conseller Elena explica que en el control de ayer por la noche hubo un accidente por una colisión de uno de los vehículos afectados por la retención.
También indica que mandos de los Mossos d’Esquadra advirtieron a los agentes de la Guardia Civil del «peligro» de estos controles en la AP-7, a causa del riesgo de colisión por encalce -como es el caso del siniestro que hubo- sobre todo si hay camiones involucrados. Elena escribe que los agentes de la Guardia Civil «aseguraron desconocer» este riesgo.
Elena también muestra «preocupación» por el hecho que los controles se comunicaron «con muy poca antelación» a los Mossos d’Esquadra, y añade que «lejos de contribuir a la mejor gestión del tráfico», este tipo de actuaciones generan «situaciones de riesgo a la ciudadanía, así como a los mismos agentes».
También alerta que controles de este tipo en vías de alta capacidad como la AP-7 «son de gestión muy difícil» por el alta afluencia de vehículos, «las velocidades elevadas y el peligro de colisiones que comportan».
«Es imprescindible aplicar siempre el sentido de proporcionalidad y evitar la discrecionalidad en las actuaciones», considera Elena, antes de remachar que ha habido tres situaciones de este tipo «en pocos días» en Terres de l’Ebre, una de las cuales con un vehículo accidentado, «cosa que es inaceptable».