Condenado por agredir a navajazos a dos vecinos en Horta de Sant Joan
La Audiencia Provincial le ha impuesto once años de prisión por dos delitos de tentativa de homicidio
Un hombre de Horta de Sant Joan que entró en el domicilio de dos vecinos y los intentó matar con un cuchillo ha sido condenado a once años de cárcel por la Audiencia Provincial de Tarragona.
La pena está muy lejos de los 18 años que pedía la Fiscalía. La defensa solicitaba la absolución.
El acusado, F.H.R., es un hombre de 61 años y que ya tenía antecedentes penales. Hacia la una y media de la tarde del 27 de junio del año pasado se dirigió al domicilio de sus vecinos, situado en la calle Bernat d’Alguaire.
Accedió al interior sin permiso de sus inquilinos. Para ello saltó una valla metálica que divide los dos patios exteriores del inmueble del acusado y de las víctimas. Entró por el patio y se dirigió al interior del comedor. Llevaba ya un cuchillo de cocina de grandes dimensiones.
En el salón estaban las dos víctimas. El acusado se dirigió hacia la mujer C.M.D. –que estaba descansando en el sofá del comedor viendo la televisión– y la atacó con el cuchillo en la zona del pecho izquierdo, a la altura del corazón. Y lo hizo en tres ocasiones. La víctima se defendió y por eso las puñaladas impactaron en la zona mamaria y el brazo izquierdo.
Parar la agresión
Un hijo de la víctima, A.H.M. –que se encontraba en el salón–, cogió una mesa auxiliar de aluminio y se dirigió hacia el acusado, tratando de parar la agresión hacia su madre. Pero el encausado le asestó varias puñaladas en el cuerpo, tanto en la zona abdominal como en el cuello, en varios ataques.
El hijo de este hombre agredido, E.H.M, al escuchar los gritos desde su habitación, y junto a su padre, redujeron al agresor hasta que llegaron los Mossos d’Esquadra.
Las lesiones del hombre agredido tardaron 38 días en curarse, de los que dos permaneció en el hospital y quince impedidos. Le ha quedado como secuela perjuicio estético y dolor. Las de su madre tardaron 15 días en curarse y le quedó una cicatriz.
A.H.M. declaró que desde casa escuchó que el acusado se estaba peleando con su esposa y que, de repente, apareció en su domicilio, agrediendo a su madre. Que cuando bajó su hijo para ayudarle a reducir al agresor todavía no se había dado cuenta de que también estaba herido. Lo evacuaron en helicóptero en el hospital.
Los magistrados destacaron, en su sentencia, que las declaraciones a lo largo del proceso judicial de ambas personas heridas fueron constantes, congruentes y persistentes en la incriminación, sin apreciarse contradicciones esenciales. Reconocieron que las relaciones vecinales con el procesado eran malas, estando pendiente un procedimiento judicial contra el encausado.
Desorden en la casa del agresor
Agentes que declararon durante el juicio manifestaron que el domicilio del procesado había mucho desorden, con signos de haberse producido una pelea, con cortinas por el suelo, objetos y mobiliario echado.
Por su parte, el acusado declaró que había sido engañado por los denunciados para entrar ese día en su casa y que, una vez dentro, A.H.M. le atacó, interviniendo también su madre. Que él se defendió y le clavó el cuchillo.
Una versión a la que los magistrados de la Audiencia Provincial de Taragona no le dan poca credibilidad ya que no aporta explicación de cómo se defendió y cómo esa presunta legítima defensa acabó clavando el cuchillo a la víctima en varias ocasiones. Tampoco explicó cómo se inició la presunta agresión por parte del perjudicado.