El uno x uno del Nàstic ante el Ourense

Jaume Jardí marcó un golazo en un partido en el que Óscar Sanz demostró que está a otro nivel

El portero de La Canonja no pudo hacer nada en el gol del Ourense. Un mísil de Carbonell le superó como un obús.

El lateral de la Pobla de Montornés volvió a actuar como corrector en todo momento y en ataque tuvo un par de irrupciones de mucho valor.

No fue el estreno soñado para el defensa. Se cargó rápido con amarilla, no estuvo del todo contundente y con balón se mostró precipitado.

Comenzó dejando buenas sensaciones con la salida del balón, pero terminó teniendo muchos problemas para imponerse en el cuerpo a los delanteros rivales.

El cambrilense tuvo la mala fortuna de no llegar a tiempo para despejar la pelota que Carbonell terminaría clavando en el ángulo. En ataque no se prodigó tanto como otros días.

Es ahora mismo el futbolista más en forma. Lo fue en la pretemporada y también en el primer partido. Empezó como medio y terminó como defensa y siempre a gran nivel.

El centrocampista vasco volvió a exhibir ese ida y vuelta constante, pero le faltó darle más fluidez al juego.

Ha entendido que tiene talento para ser diferencial, pero que debe ser responsable en defensa. Un muy buen estreno y prometedor.

Marcó un gol de museo desde su casa. Ya estrenó el casillero en pretemporada y repitió en partido oficial. El reusense está dispuesto a asumir galones con el 10’ a la espalda.

No fue un partido fácil para el delantero que vio como el plan rival le maniataba y le dejaba sin ninguna ocasión de gol.

El delantero asturiano sufrió la superioridad defensiva al igual que Antoñín Cortés. Pudo marcar, pero Marqueta le sacó un buen disparo al palo corto.

Dani Vidal metió en el campo a Nil Jiménez, Marc Fernández, Mario Rodríguez y Marc Montalvo. Los dos últimos tuvieron algo de incidencia en el juego, mientras que Marc estuvo pocos minutos por lesión y Nil tuvo una presencia testimonial en la banda.