Tarragona duplica el número de jugadoras de fútbol en los últimos dos años
La provincia ha pasado de tener 60 equipos a 126, con alrededor de unas 4.000 fichas federadas tramitadas
Ocupar su espacio de ocio con el ballet y el judo no llenó a la joven cambrilense Olga Dorado. Lo probó a corta edad, pero no halló una plenitud para alargar esa estancia. Al azar probó con el fútbol, un deporte que su hermano Isaac practicaba desde pequeño. Nadie, en el seno familiar, pensó que Olga durara mucho en un campo de juego. No había tocado un balón hasta entonces.
Han pasado cuatro años de su primera experiencia en el Cambrils Unió y conserva la pasión por ir a entrenar y compartir los partidos con sus compañeras y amigas. Ahora actúa como portera del equipo cadete, uno de los 11 fem que posee el club, aunque todavía cuenta con edad infantil. Su ejemplo también refleja la realidad de muchas niñas que hoy, por suerte, ejercen esa libertad de correr detrás de una pelota o simplemente atajarla para salvar un gol. No hace tanto eso parecía imposible.
Tarragona ha visto como en los dos últimos años se han doblado el número de equipos y de jugadoras implicadas. Se ha pasado de 60 a 124 conjuntos y actualmente se cuentan unas 4.000 fichas federadas. El caso provincial expone el 20 por ciento del porcentaje total catalán. En 2017, la Federació Catalana inauguró la campaña #Orgullosa que potenció el fútbol en el género femenino. Lo hizo con 10.245 niñas federadas, al final del pasado curso se contabilizaron 20.523. Estos registros demuestran el boom que el deporte rey ha generado entre las mujeres, un deporte totalmente masculinizado hasta ahora.
«Un dato significativo sobre la evolución que hemos tenido en Tarragona se da en categoría benjamín, hemos pasado de 4 a 8 equipos en menos de dos años», reconoce el representante de la Federació Catalana en Tarragona, José Cosano.
Las razones
Existen varios factores que explican el progreso del fútbol femenino, entre ellos la aparición de referentes, con la clara apuesta del Barça, que se ha erigido como el gran abanderado a nivel europeo. Las Balones de Oro Alexia Putellas y Aitana Bonmatí se han convertido en ejemplos para las nuevas generaciones, que anhelan alcanzar sus éxitos en el futuro. El caso de Jennifer Hermoso, otra futbolista icónica con su lucha por la igualdad de derechos, ha fortalecido todavía más esa creencia entre las próximas estrellas.
La inversión económica de los grandes clubs europeos ha ayudado a la mejora de sus ligas y de sus estructuras profesionales y de base. Inglaterra resulta un ejemplo modélico. El gobierno, por ley, obliga a todas las entidades a destinar un tanto por ciento de su presupuesto a la sección femenina. En España se acaba de firmar un convenio colectivo después de dos años de negociación. La necesidad de una reglamentación que se adecuara realmente a circunstancias como la maternidad o la protección ante la violencia de género ha llevado a la demora de los tratos. El texto final lo han apoyado por el 97% de las futbolistas de la liga profesional (LigaF).
En el territorio, el CD Riudoms presume de la Tercera RFEF, una categoría que se encuentra en la antesala del mundo pro. Hay detrás de ese camino un trabajo de pico y pala de años que ha culminado con una tradición que la entidad defiende hasta ahora. Además de la primera plantilla, el Riudoms también atesora distintos equipos de fútbol formativo en los que enriquece a sus representantes del futuro.
En Reus siempre ha existido una cultura de fútbol femenino muy arraigada. Actoras que gozan de la élite como Paola Soldevila o Natalia Fernández se han criado en la entidad rojinegra. Desde hace cinco años, con la creación de la Fundació Futbol Base Reus, la sección ha experimentado un crecimiento exponencial evidente. Ha pasado de tres a ocho equipos, incluida la creación del amateur, en estos momentos en la categoría Preferente.
«Hemos preferido evolucionar de una manera coherente, porque podríamos tener más equipos», comenta el presidente, Xavi Guix. Desde el primer instante, la primera plantilla femenina juega sus partidos en el Estadi municipal, tal y como lo hace el Reus FCR masculino. «En este sentido, el Ayuntamiento siempre nos ha ofrecido igualdad de condiciones», añade Guix.
El aumento de jugadoras parece no tener límite. Cada verano, los clubs reciben infinidad de propuestas, crear un equipo desde cero no parece ya una quimera, aunque eso precise de un trabajo de formación necesario. De hecho, el nivel de los entrenamientos avanza en consonancia con el número ilimitado de propuestas. Los técnicos se forman de una manera especializada porque el fútbol femenino ya no se toma como un pasatiempo, se considera una ventana de futuro muy interesante. Como en todas las partes del planeta, este fenómeno deportivo ha llegado para quedarse en Tarragona.