Demasiado talento, demasiado Girao (Reus 2-5 Sporting)
Un recital ofensivo del Sporting y de paradas de Girao permiten a los lusos conquistar el Palau con autoridad
El Reus comenzó la fase de grupos de la Champions de la peor manera posible. Los rojinegros cayeron goleados en casa frente a un Sporting al que sujetó Girao y que en ataque aprovechó la inspiración de Bridge, Romero y Platero para triturar a su rival. Un primer golpe en la mesa que deja al Reus tocado en lo moral, aunque no tanto en lo clasificatorio porque quedan cinco jornadas por delante.
No necesitó echarle gasolina el Palau d’Esports de Reus al partido porque su equipo y el Sporting salieron con el corazón por delante. Jugaron con el alma desde el primer minuto y rápidamente dejaron claro sobre la pista que en aquel partido no se iba a escatimar un esfuerzo. Fue un principio arrollador en lo físico por parte de ambos equipos. La primera la tuvo Gelmà con un trallazo que puso a prueba a Girao que respondió con firmeza.
Romero también puso a prueba a Ballart en los primeros minutos y se encontró con otra parada que precedió al primer ‘pique’ del partido entre Sergi Aragonès y Toni Pérez. Olía a partido de brasas.
En partidos con tanto talento suele reinar el detalle. Normalmente entran en acción los errores o el talento para desequilibrar el marcador. De otras maneras, es complicado. Facundo Bridge prácticamente ni pensó, más bien ejecutó una jugada repleta de decisión y firmeza que terminó con una disparo muy potente que superó a Ballart. El Sporting se adelantaba. Tocaba remar.
La más clara para el Reus llegó a dos minutos para el descanso. La tuvo Aragonés en una pena máxima en la que se volvió a encontrar un muro llamado Girao. Lo peor no fue que los reusenses no encontraran el empate antes del descanso, sino que pocos instantes después apareciera Nolito Romero para romperle la cadera a Gelmà y clavar un golazo. 0-2, al Reus se le ponía la cosa negra porque el Sporting estaba decantando la balanza con su colmillo.
La segunda parte comenzaba con la esperanza como bandera para el Reus. Ballart paraba y en el rechace los rojinegros montaban una rápida contra que terminaba con un disparo cruzado de Casas que Aragonès empujaba en el segundo palo a gol. 1-2, la remontada era posible. Quedaba un mundo por delante.
A la fiesta se iba a unir un viejo amigo apenas unos instantes después del gol rojinegro. Matías Platero aparecía para sorprender a Ballart con un latigazo desde su campo que sorprendía al meta rojinegro tras pasar por un mar de piernas. Toda la ilusión que se había generado se había disipado en pocos instantes.
El Reus quiso el segundo a favor, pero se encontró con el cuarto en contra. Emergió otra vez la figura de Romero para bailar y apalear con otro disparo violento que volvió a hacer trizas a Ballart (1-4).
El Reus se sacó de la manga una bonita triangulación que culminó Gelmà para reavivar el sentimiento de remontada (2-4). Duró poco porque ahora le tocaba a Brigde de nuevo sacar otro latigazo y erigirse como enterrador (2-5).